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A la ciudadanía del cambio

En las pasadas elecciones autonómicas y municipales en Canarias, Podemos fue el depositario de la ilusión de cientos de miles de personas. Concretamente, en Gran Canaria el proyecto de cambio ecosocial con el que nos presentamos al Cabildo se alzó con 52.274 votos, convirtiéndose en la cuarta fuerza y siendo fundamental para la gobernabilidad de la institución. Desde el primer momento defendí que había que asumir la responsabilidad y aprovechar la oportunidad política de participar activamente en un gobierno de cambio en la isla. Después de muchos obstáculos conseguimos canalizar esa demanda y se constituyó un pacto por el cambio, un gobierno en coalición con NC y PSOE, que posteriormente fue ratificado en una consulta ciudadana de Podemos con un apoyo que superó el 75%. Se conformó así un gobierno que tiene como objetivo cambiar Gran Canaria.

Han sido siete meses muy difíciles. En lo político, entrar en las instituciones, por primera vez, asumiendo tareas de gobierno con el ánimo de cambiar las cosas, implica un proceso de aprendizaje acelerado, con mucha presión. Si a ello le unes que la presión no sólo viene de la oposición, las cosas son aún más complicadas. En lo personal, he vivido desde que salí elegido como consejero de Podemos en el Cabildo, ataques que han afectado a mi vida personal y a la de mi familia, que han intentado desprestigiar a mi labor política y a mi integridad moral. Que quien disiente políticamente de mis acciones y opiniones haya recurrido a estas acusaciones para utilizarlas políticamente ha sido realmente descorazonador. Sin embargo, ninguna de estas cuestiones ha logrado quitarme la ilusión de ir todos los días a cumplir con la responsabilidad que me han otorgado. Y si esto es así, es porque en estos meses me ha acompañado el aliento de la gente que depositó toda la confianza y la ilusión en este gobierno en el Cabildo de Gran Canaria: los mensajes recibidos a través de las redes sociales, las cartas anónimas que hacen llegar a la consejería, las palabras de aliento en los encuentros ciudadanos que estamos manteniendo o los espontáneos apoyos cuando me encuentro con la gente en alguna cafetería pidiéndome que no afloje… Con toda esa fuerza de la gente hemos comenzado a conseguir que el cambio en Gran Canaria de sus primeros frutos. Por primera vez en su historia el Cabildo cuenta con una Consejería de Igualdad, en este caso encabezada por la compañera María Nebot, asumiendo el enorme reto de combatir la violencia de género. Hemos puesto en marcha un plan contra la pobreza y el Consejo Insular de la Energía, que será una herramienta fundamental para avanzar hacia la soberanía energética de la isla. Se ha impulsado una política decidida contra los desahucios, estamos poniendo en marcha la unidad de participación ciudadana con el objetivo de hacer del Cabildo de Gran Canaria una institución abierta a la ciudadanía. En materia medioambiental estamos tomando medidas para salvar las Dunas de Maspalomas, incrementando y mejorando las acciones de reforestación como elemento para combatir el cambio climático, impulsando un Plan de Mascotas que garantice el bienestar animal y reduzca el abandono de perros y gatos, tomando medidas decididas para conseguir un sistema de gestión de residuos sostenible, y hemos paralizado los intentos de instalar las plantas de gas y biomasa, entre otras muchas cuestiones. En definitiva, estamos desde Podemos actuando decididamente en un gobierno cohesionado y absolutamente comprometido con el proyecto de cambio ecosocial que presentamos a la ciudadanía.

Sin embargo, toda esta tarea política ha quedado eclipsada en muchos momentos por los episodios desagradables surgidos a partir de las diferencias en el seno de Podemos en Canarias. No es en absoluto el objetivo de este artículo entrar a valorar dichos enfrentamientos. Más bien al contrario. Me produce un profundo desasosiego pensar que alguna de esas 52.274 personas que confiaron en la promesa de una nueva política pueda sentirse decepcionada cuando lee noticias como las que, por ejemplo, se han publicado a lo largo de esta semana. Porque aún recuerdo y mantengo el compromiso que expresamos en el discurso de investidura en el que prometimos que no íbamos a defraudar.

No voy a negar que existan diferencias políticas en Podemos Canarias como en cualquier formación política. Pero en las recientes elecciones generales, en Podemos hemos demostrado que la pluralidad es la base de su fuerza y su potencial para el futuro. Es evidente que he cometido errores. Y se ha rectificado y asumido para no repetirlos. La mayoría de las personas que ahora representamos a Podemos no tenemos experiencia en la política institucional, y la exigencia y responsabilidad que ello conlleva puede pasar factura en determinados momentos. Aprender de esos errores me ha servido para ganar en confianza y experiencia para desempeñar en mejores condiciones la importante tarea que acometemos.

Pero quiero enviar 52.274 mensajes de confianza. Mi compromiso con el proyecto político de Podemos y con el pacto de cambio que refrendó la ciudadanía de Gran Canaria es incuestionable. Desde mi responsabilidad como Vicepresidente y como Consejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana estamos sentando las bases para impulsar ese cambio ecosocial y esa es mi prioridad política en estos momentos. Tenemos una oportunidad histórica de demostrar que otra política es posible y creo sinceramente que lo estamos consiguiendo. Por eso no puedo entender que se recurra al veto, las medias verdades o las filtraciones interesadas para generar una situación que sólo debilita a nuestro partido dentro del gobierno insular y de cara a la opinión pública. El Cabildo de Gran Canaria se ha convertido en la referencia política de cambio en Canarias, impulsando propuestas concretas vinculadas a los problemas de la gente, y medidas que van a sentar las bases de un nuevo modelo socioeconómico más democrático, justo, sostenible e igualitario. Prueba de ello son los ataques recibidos por una CC y un presidente autonómico empeñado en poner piedras en el camino del cambio, que quiere retroceder al pasado con nuevas leyes del suelo que piensan nuestra isla como un solar en el que construir y especular.

La nueva política que propone Podemos tiene su centro y su fundamento en las personas. Y es por ese motivo que quiero ofrecer mi más sinceras disculpas a todo aquel que haya podido sentirse decepcionado por alguno de los episodios internos vividos durante estos siete meses. Pero también quiero reiterar ese mensaje de confianza. Las y los compañeros de Podemos estamos completamente centrados en cambiar esta isla, y aunque en determinados momentos no hayamos podido o sabido gestionar mejor nuestras diferencias, en ningún caso eso ha afectado a la crucial tarea que la gente de esta isla nos encomendó.

Estamos construyendo un proyecto político que en poco tiempo ha tenido que afrontar retos históricos. Vivimos momentos cruciales para el futuro. La apuesta es asumirlo con responsabilidad y altura de miras. Somos mayoría los que queremos hacer de Podemos en Canarias un proyecto autocentrado, de base canarista, inspirado en el nuevo municipalismo y en las propuestas de los movimientos sociales, abierto y conectado a la ciudadanía, pluralista, acogedor, amable y participativo. Un instrumento al servicio de la gente. Estamos cambiando Gran Canaria. Y estamos entregados en esta tarea y necesitamos todo el apoyo porque Sí se Puede.

En las pasadas elecciones autonómicas y municipales en Canarias, Podemos fue el depositario de la ilusión de cientos de miles de personas. Concretamente, en Gran Canaria el proyecto de cambio ecosocial con el que nos presentamos al Cabildo se alzó con 52.274 votos, convirtiéndose en la cuarta fuerza y siendo fundamental para la gobernabilidad de la institución. Desde el primer momento defendí que había que asumir la responsabilidad y aprovechar la oportunidad política de participar activamente en un gobierno de cambio en la isla. Después de muchos obstáculos conseguimos canalizar esa demanda y se constituyó un pacto por el cambio, un gobierno en coalición con NC y PSOE, que posteriormente fue ratificado en una consulta ciudadana de Podemos con un apoyo que superó el 75%. Se conformó así un gobierno que tiene como objetivo cambiar Gran Canaria.

Han sido siete meses muy difíciles. En lo político, entrar en las instituciones, por primera vez, asumiendo tareas de gobierno con el ánimo de cambiar las cosas, implica un proceso de aprendizaje acelerado, con mucha presión. Si a ello le unes que la presión no sólo viene de la oposición, las cosas son aún más complicadas. En lo personal, he vivido desde que salí elegido como consejero de Podemos en el Cabildo, ataques que han afectado a mi vida personal y a la de mi familia, que han intentado desprestigiar a mi labor política y a mi integridad moral. Que quien disiente políticamente de mis acciones y opiniones haya recurrido a estas acusaciones para utilizarlas políticamente ha sido realmente descorazonador. Sin embargo, ninguna de estas cuestiones ha logrado quitarme la ilusión de ir todos los días a cumplir con la responsabilidad que me han otorgado. Y si esto es así, es porque en estos meses me ha acompañado el aliento de la gente que depositó toda la confianza y la ilusión en este gobierno en el Cabildo de Gran Canaria: los mensajes recibidos a través de las redes sociales, las cartas anónimas que hacen llegar a la consejería, las palabras de aliento en los encuentros ciudadanos que estamos manteniendo o los espontáneos apoyos cuando me encuentro con la gente en alguna cafetería pidiéndome que no afloje… Con toda esa fuerza de la gente hemos comenzado a conseguir que el cambio en Gran Canaria de sus primeros frutos. Por primera vez en su historia el Cabildo cuenta con una Consejería de Igualdad, en este caso encabezada por la compañera María Nebot, asumiendo el enorme reto de combatir la violencia de género. Hemos puesto en marcha un plan contra la pobreza y el Consejo Insular de la Energía, que será una herramienta fundamental para avanzar hacia la soberanía energética de la isla. Se ha impulsado una política decidida contra los desahucios, estamos poniendo en marcha la unidad de participación ciudadana con el objetivo de hacer del Cabildo de Gran Canaria una institución abierta a la ciudadanía. En materia medioambiental estamos tomando medidas para salvar las Dunas de Maspalomas, incrementando y mejorando las acciones de reforestación como elemento para combatir el cambio climático, impulsando un Plan de Mascotas que garantice el bienestar animal y reduzca el abandono de perros y gatos, tomando medidas decididas para conseguir un sistema de gestión de residuos sostenible, y hemos paralizado los intentos de instalar las plantas de gas y biomasa, entre otras muchas cuestiones. En definitiva, estamos desde Podemos actuando decididamente en un gobierno cohesionado y absolutamente comprometido con el proyecto de cambio ecosocial que presentamos a la ciudadanía.