Espacio de opinión de Canarias Ahora
Poder elegir
Creo firmemente en la necesidad de información como llave para la libertad. Es decir, pienso que cuantos más datos tengamos más capaces seremos de tomar una decisión consecuente, sea la que sea. Porque en última instancia apuesto por el libre albedrío, por la capacidad de cada uno de ejercer su libertad, tanto si ésta nos conduce a los cien años en plenas facultades como a un cáncer, a un infarto por colesterol o a una cirrosis galopante con todas sus consecuencias. No pienso que el Gobierno tenga que inmiscuirse en determinados aspectos de la vida personal. Abrir esa puerta es muy peligroso. Porque dentro de poco se pueden dar cuenta de que un porcentaje elevado de contagios de Sida se producen, pongamos por caso, los sábados por la noche, fruto del relajo al que conducen un par de copas. Ergo, prohibamos los intercambios sexuales en sábado por la noche y así evitaremos que la gente se deje llevar por la pasión, seguramente, el domingo por la tarde seremos más conscientes de la necesidad de utilizar el preservativo. Y ya puestos, está más que demostrado que el volumen que la gente pone en sus mp3 daña seriamente los oídos. Bien, parece cuestión de tiempo que nos digan cómo, cuánto y con qué intensidad hemos de escuchar a música Es un absurdo, lo sé, pero estamos entrando en esa espiral con tufillo a Un mundo feliz de Huxley.No me gustan propuestas como la del PP murciano, que pretende quitar las máquinas expendedoras de alimentos de colegios e institutos. Supongo que los padres tendrán algo que decir en la alimentación de sus hijos. Me alegro de que el Ministerio de Sanidad me haya informado de que la hamburguesa XXL de Burger King tiene casi mil calorías, un montón de grasas saturadas y muy mala digestión. Pero ahora, decidir si la como o no es cosa mía.No todos somos iguales. De hecho, ni siquiera queremos serlo. Esperanza Pamplona
Creo firmemente en la necesidad de información como llave para la libertad. Es decir, pienso que cuantos más datos tengamos más capaces seremos de tomar una decisión consecuente, sea la que sea. Porque en última instancia apuesto por el libre albedrío, por la capacidad de cada uno de ejercer su libertad, tanto si ésta nos conduce a los cien años en plenas facultades como a un cáncer, a un infarto por colesterol o a una cirrosis galopante con todas sus consecuencias. No pienso que el Gobierno tenga que inmiscuirse en determinados aspectos de la vida personal. Abrir esa puerta es muy peligroso. Porque dentro de poco se pueden dar cuenta de que un porcentaje elevado de contagios de Sida se producen, pongamos por caso, los sábados por la noche, fruto del relajo al que conducen un par de copas. Ergo, prohibamos los intercambios sexuales en sábado por la noche y así evitaremos que la gente se deje llevar por la pasión, seguramente, el domingo por la tarde seremos más conscientes de la necesidad de utilizar el preservativo. Y ya puestos, está más que demostrado que el volumen que la gente pone en sus mp3 daña seriamente los oídos. Bien, parece cuestión de tiempo que nos digan cómo, cuánto y con qué intensidad hemos de escuchar a música Es un absurdo, lo sé, pero estamos entrando en esa espiral con tufillo a Un mundo feliz de Huxley.No me gustan propuestas como la del PP murciano, que pretende quitar las máquinas expendedoras de alimentos de colegios e institutos. Supongo que los padres tendrán algo que decir en la alimentación de sus hijos. Me alegro de que el Ministerio de Sanidad me haya informado de que la hamburguesa XXL de Burger King tiene casi mil calorías, un montón de grasas saturadas y muy mala digestión. Pero ahora, decidir si la como o no es cosa mía.No todos somos iguales. De hecho, ni siquiera queremos serlo. Esperanza Pamplona