Me ha sorprendido la noticia del fallecimiento de James Michael Tyler. Al leer la información no sabía bien ni siquiera quien era, pero luego especificaban que era Gunther, el de la serie de televisión Friends.
Mi sorpresa vino porque yo sabía perfectamente quien era Gunther. Podría reconocer su cara, su voz y su pelo rubio, casi blanco, entre un montón de gente, pero jamás hubiera pensando que nadie más siguiera acordándose de él.
De hecho, aunque Friends es probablemente la serie de mayor éxito mundial de la historia de la televisión, Gunther era un personaje muy secundario y el hecho de que diarios como El País se hagan eco de su fallecimiento me ha dado en qué pensar.
¿Significa esto que cuando fallezca la actriz que interpretaba a Janice también ocupará los diarios de todo el mundo? Si fuera así seguramente sería el día en el que más se escucharía aquello de… ¡Oh, dios mío!
Bromas aparte, es curioso cómo se han hecho eco todos los medios de comunicación mundiales de la muerte de este artista cuando lo cierto es que hacía décadas que no sabíamos nada de él. Quizás en Gunther se encierra aquel dicho de que los artistas en realidad nunca mueren, incluso cuando sí lo hacen.
Me explico.
Rita Hayworth, Grace Kelly, Marilyn Monroe, Ava Gadner, Elisabeth Taylor y, por su puesto, Paul Newman, James Dean, Marlon Brando o Cary Grant nos dejaron hace un porrón de años y, sin embargo, en nuestra mente persisten eternamente jóvenes, perpetuamente guapos y vivos a más no poder.
Pero no hace falta irse tan lejos ni tan atrás ni a tan alto estrellato.
No se podía ser más guapa que Sara Montiel y, afortunadamente con el paso del tiempo nos acordamos más de cuando protagonizó el “Último cuplé” que de cuando dijo aquello de “¿pero qué invento es esto?, ¡Aquí no ha habido boda!”
Pero, ¿y esos Gunther españoles de los que ya nunca hablamos, de los que apenas nos acordamos pero que todos sabemos perfectamente quiénes son?
Me gustaría saber qué fue de la novia mulata que tuvo Emilio en Aquí no hay quien viva, o del novio de la Juani de Médico de Familia y de la pelirroja de Al salir de clase.
¿Alguien sabe algo de Silke? ¿Y de Pilar Díaz de Ayala o Carmelo Gómez? ¿Dónde anda ahora Gabino Diego? ¿Y Jordi Mollá y Elena Anaya?
Son artistas que ocuparon nuestro tiempo, que nos entretuvieron y que desaparecieron pero que en nuestro recuerdo permanecen intactos.
Hay otros que, aunque han seguido cerca de nosotros, en realidad los seguimos recordando como eran hace mucho tiempo. Así, Javi, el de Verano azul, es y será siempre el rubito de la pandilla, por más series y grandes trabajos que haga y casi ni nos acordamos de su nombre real.
El niño de Cuéntame será siempre Carlitos y lo recordaremos en el descampado y en pantalones cortos, como ya le pasó antes a Marisol, a la que tratamos siempre como si hubiera llegado un ángel, y al pobre Joselito que, pese a ser ya un señor de avanzada edad, nunca nadie le ha visto como un adulto sino como un pequeño ruiseñor.
Rosa, por mucho que haga, será siempre la de OT, Sergio Dalma el que fue a Eurovisión con Bailar Pegados, Miguel Bosé el Amante Bandido y Marta Sánchez la de Soy Yo con bailecito y todo.
Rocío Jurado es ya para siempre la más grande y la recordaremos espléndida, llena de volantes, cardados, maquillaje a tutiplén y cantando Como una ola, igual que la Pantoja es la viuda de España y lo que nos gusta de ella es el drama y el Marinero de luces.
Los Hombres G podrán cumplir 60 y nos seguirán pareciendo los gamberrillos adolescentes del extrarradio madrileño a los que les pedimos Sufre mamón y Melendi nunca va a dejar de ser un flamenco asturiano por mucho que se sofistique y haga de coach.
Me pregunto si esto mismo pasará en el futuro con Maluma, Becky G, Omar Montes o Rosalía.
Creo que sí, al fin y al cabo, sigue impertérrita Madonna y más estrambótica que ella no se ha podido ser.
Pero, ¿cómo he llegado de Gunther a Madonna?
Supongo que en realidad toda esta palabrería y recordar a tanta gente que, vete tú a saber si alguien más que yo se acuerda de ellos, no significa otra cosa sino que soy más mayor de lo que me siento y que el tiempo cada vez pasa más rápido.
Hasta hoy para mí que el Central Perk seguía abierto y allí seguían quedando Ross, Rachel, Monica, Joey, Chandler y Phoebe, cuando en realidad nunca existió o, en el mejor de los casos, lleva cerrado hace 17 años… pero claro es que para mí 2004 fue ayer.