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Nunca he creído realmente en esa vieja teoría de la constante discriminación de Fuerteventura en cualquier institución supra insular, pero cuando asistimos a decisiones tan peregrinas como la anulación taxativa de Puerto del Rosario en el órgano de la toma de decisiones sobre el desarrollo portuario de nuestra isla, en el provincial y en el autonómico, empiezo a creer en oscuros intereses económicos que nos son manifiestamente adversos, por palpables evidencias. 

La sorprendente decisión del Gobierno de Canarias de dejar fuera del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas a Fuerteventura resulta, a todas luces, absolutamente injusta e incomprensible, porque cuando hablamos de Puerto del Rosario hablamos, por extensión, aún más en este caso, de la isla, ya que la referencia portuaria preeminente se halla en la capital.

No es, pues, una cuestión de quien gobierne, o no, en la comunidad autónoma canaria; es una cuestión de necesidad y de justicia, de saber que se comete un atropello cuando se aparta el conjunto de los intereses comerciales y económicos de una de las tres islas de la provincia al desdeñar su puerto, el germen en torno al cual toma forma el desarrollo de gran parte de sus pistas de futuro.

Tengamos en cuenta que el puerto de Puerto del Rosario es el único de interés del Estado en nuestra isla y uno de los cuatro en nuestra provincia. Es absolutamente necesario que Puerto del Rosario tenga una plaza en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, tal y como ha venido siendo en los últimos lustros, sustanciada en la representación que ostenta su alcalde y así recogido en sus estatutos.

Dicha forzada ausencia no solo es una ofensa a Puerto del Rosario, sino a toda Fuerteventura, puesto que nuestro puerto es uno de los cuatro de interés del Estado en toda la provincia y, obviamente, el único con esa consideración en nuestra isla, razón por la cual también se establece la presencia en el órgano oficial -Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria- que rige los destinos de las principales plataformas portuarias de Las Palmas, entre las que figura la capital majorera.

En los últimos años se han llevado a cabo diversas inversiones de distinta índole en nuestro puerto, síntoma inequívoco de la importancia y de la proyección que se le da, así como de su creciente volumen de movimiento comercial y económico. No obstante, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional ha cubierto el 85% de lo invertido en Fuerteventura, variable que indica su estatus y potencial. Así, el desarrollo y mejora de nuestras infraestructuras son un síntoma de que tenemos un puerto vivo y activo con el que atraer nuevos flujos económicos. 

Por ello, dentro del ambicioso ‘Plan de Empresa 2020-2024’, está en proceso de evaluación ambiental el dique del muelle comercial (32 millones de euros) en nuestro puerto. Igualmente, a modo de ejemplo, la obra del acondicionamiento de la zona de operaciones de la terminal del muelle comercial comenzó el 19 de febrero de 2021 y finalizó el 13 de diciembre de 2021. Otra muestra de esa pujanza es el proyecto 'Suministro e instalación de luminarias LED con sistema de telegestión para la renovación energética de la infraestructura del alumbrado exterior del Puerto’, que ha recibido una financiación Feder de 533.787,21 euros.

Por otro lado, como plasmación de todo lo argumentado, no podemos obviar la posición geo estratégica de nuestro puerto, que lo sitúa entre los más importantes del Estado en relación a su situación fronteriza y de expansión económica, razón por la que, entre otros motivos relacionados con su crecimiento y actividad, ostenta la condición que lo sitúa entre los cuatro más importantes de la provincia.

No vamos a parar hasta lograr obtener la representación que Puerto del Rosario y Fuerteventura han mantenido y merecen como uno de los puertos más importantes y de mayor proyección, en relación a su posición dentro de nuestra provincia, en el contexto de Canarias y en el conjunto estatal. 

En los últimos años he representando a nuestro municipio, a la capital de la isla, en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, defendiendo sus intereses y los de Fuerteventura. Hoy debe hacerlo el alcalde que me ha sucedido en la responsabilidad institucional. Lo hemos reclamado y lo seguiremos exigiendo hasta lograr dicha condición. 

Ya está bien de discriminar a Puerto del Rosario y a Fuerteventura. No vamos a permitir un atropello a los intereses de Puerto del Rosario, a los intereses majoreros, puesto que la decisión que lo ha provocado es absolutamente inadmisible.