Espacio de opinión de Canarias Ahora
El reto de la oferta comercial turística
La génesis y evolución de lo que es un destino turístico viene perfectamente descrita en la teoría de Los Ciclos de Vida de Los Destinos Turísticos del profesor Butler, el cual contempla en la última fase de estos destinos, la de maduración con dos posibles salidas: la de obsolescencia y fracaso y la de renovación y relanzamiento del destino.
Nosotros en Canarias, y más concretamente en Gran Canaria, nos encontramos en una situación intermedia entre las dos anteriormente descritas a la que podríamos llamar de “obsolescencia rentable” o de renovación insuficiente, lo que nos puede llevar, eso sí lentamente, al fracaso y la ruina del sector principal de nuestra economía o a una bonanza indeterminada que no depende de nosotros sino de factores exógenos que todos conocemos: turistas prestados.
Ahora, parece que nuestros destinos competidores van a empezar a funcionar con relativa normalidad y eso nos obliga a poner el pie en el acelerador de la renovación, sobre todo en la renovación de la oferta comercial, de restauración y servicios.
La lamentable situación de la oferta comercial en el sur de Gran Canaria, salvo contadas excepciones que todos conocemos, está exigiendo ya un plan específico de renovación y recuperación si queremos afrontar con garantías la nueva situación del mercado turístico, en el que a partir de ahora se va a contar con cientos de miles de camas que han estado fuera del mercado pero que se incorporan a él de forma inmediata y a unos precios que nosotros no podemos ofertar.
La planta alojativa de nuestra competencia es tan buena como la nuestra y de construcción reciente, quizá en servicios y profesionalidad estamos nosotros por delante, pero nuestra gran asignatura pendiente es la oferta comercial, que es un factor diferencial importante y que hemos dejado que se deteriore hasta límites verdaderamente preocupantes.
Merece la pena que tanto la parte privada como la pública pongan manos a la obra en el diseño y planificación de la renovación de la mencionada oferta comercial turística, como en su día se hizo con la oferta alojativa, porque de lo contrario, cada día que pasa nos acercamos más al abismo de la ruina y el paro que hemos conocido en etapas anteriores y que, por supuesto, nadie quiere repetir.
La génesis y evolución de lo que es un destino turístico viene perfectamente descrita en la teoría de Los Ciclos de Vida de Los Destinos Turísticos del profesor Butler, el cual contempla en la última fase de estos destinos, la de maduración con dos posibles salidas: la de obsolescencia y fracaso y la de renovación y relanzamiento del destino.
Nosotros en Canarias, y más concretamente en Gran Canaria, nos encontramos en una situación intermedia entre las dos anteriormente descritas a la que podríamos llamar de “obsolescencia rentable” o de renovación insuficiente, lo que nos puede llevar, eso sí lentamente, al fracaso y la ruina del sector principal de nuestra economía o a una bonanza indeterminada que no depende de nosotros sino de factores exógenos que todos conocemos: turistas prestados.