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La última ocurrencia de Brito

En los casi doce meses que lleva de Consejero del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Brito ha provocado dos actuaciones polémicas: En septiembre de 2015, intentó contratar a su compañera sentimental como Directora de Igualdad. Recientemente, haciendo caso omiso a la llamada de la sociedad civil que exigía métodos alternativos a la matanza de las cabras guaniles.

El Señor Brito prefiere, antes de dar la cara, que sean otros quienes hablen por él en forma de Manifiesto. En el primero de los casos, el del nepotismo, un grupo formado por sesenta y ocho cargos de Podemos, firmaron en apoyo del Consejero, señalando que eso de colocar a la compañera sentimental no era para tanto. Sin embargo, a pesar de esa pretendida normalidad, Brito retrocedió en su empeño y la compañera sentimental del Consejero no fue contratada.

En el segundo caso, el de la matanza de cabras guaniles, han sido cuarenta y seis los expertos que han salido a apoyarle, avalando el método de la matanza de cabras. Y Brito vuelve a contradecirlos y defiende ahora las apañadas.

El Consejero de Podemos es un as a la hora de protagonizar extrañas piruetas que le llevan a defender al mismo tiempo una cosa, y su contraria.

Después de hacer una defensa exacerbada de las batidas de las cabras por tiradores traídos y pagados con dinero público desde Andalucía, el Cabildo convoca ahora a la ciudadanía para que en el plazo de catorce días puedan presentar solicitudes para controlar el ganado mediante apañadas, exigiendo que lo hagan provistos de un seguro de responsabilidad civil por accidentes, y declarando al Cabildo exento de cualquier responsabilidad.

Exigen ademas a los pastores que, una vez recogido el ganado, lo trasladen a las instalaciones del Cabildo, debiendo disponer para ello de la correspondiente “Guía sanitaria de transporte de ganado vivo”, emitida por la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias.

Una vez controlados sanitariamente por el personal técnico del Cabildo e identificados mediante crotal, serán devueltas a las persona autorizadas, que habrán de estar inscritas en el “Registro de Explotaciones Ganaderas”, de la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias.

No sé a ustedes, pero a mí toda esta parafernalia burocrática me parece más un reto que un intento de reconducir la situación de crisis causada a raíz de las protestas surgidas y concertadas en una reacción social con recogida de más de 20.000 firmas.

Y me pregunto: ¿Por qué no organiza el Cabildo esa “gran apañada” de la que habla el experto Juan Capote en artículo recientemente publicado, y lo hace de forma coordinada desde la propia Consejería del mismo modo que actuó a la hora de contratar a los matarifes?

La última ocurrencia de Brito es lo más parecido a un reto. Y la gente, responde ante los retos. Sobre todo cuando descubre que lo único que se pretende es tomarles el pelo.

En los casi doce meses que lleva de Consejero del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Brito ha provocado dos actuaciones polémicas: En septiembre de 2015, intentó contratar a su compañera sentimental como Directora de Igualdad. Recientemente, haciendo caso omiso a la llamada de la sociedad civil que exigía métodos alternativos a la matanza de las cabras guaniles.

El Señor Brito prefiere, antes de dar la cara, que sean otros quienes hablen por él en forma de Manifiesto. En el primero de los casos, el del nepotismo, un grupo formado por sesenta y ocho cargos de Podemos, firmaron en apoyo del Consejero, señalando que eso de colocar a la compañera sentimental no era para tanto. Sin embargo, a pesar de esa pretendida normalidad, Brito retrocedió en su empeño y la compañera sentimental del Consejero no fue contratada.