Otro aficionado

La verdad es que hace un tiempo que nos propusimos no volver a mencionar a José Luis Mena, jefe de los Servicios de Urbanismo del Ayuntamiento de Telde. Bastante tiene el hombre con lo que tiene, que no es otra cosa que gestionar con esmero el patrimonio del que disfruta y al que se incorpora estos días un hermoso chalet que, por cierto, aún continúa sin lucir el preceptivo cartel de obras. Un chalet ubicado en una urbanización de señorío, como corresponde a su propietario. Pues bien, Mena, que anda cabreadísimo con nosotros y llamándonos de todo menos bonitos, presume ante quien puede de tener controlados a los miembros de la oposición, a los que de paso acusa de no tener ni idea de urbanismo. A tal fin, enseña fotografías de vehículos de concejales desafectos, con lo que pretende insinuar que los vigila. No sabemos si lo hace en horas de servicio o si le tiene encomendada tan honorable tarea a algún agente secreto, tipo Anacleto, el más famoso inspector a este lado del río Pecos.

La verdad es que hace un tiempo que nos propusimos no volver a mencionar a José Luis Mena, jefe de los Servicios de Urbanismo del Ayuntamiento de Telde. Bastante tiene el hombre con lo que tiene, que no es otra cosa que gestionar con esmero el patrimonio del que disfruta y al que se incorpora estos días un hermoso chalet que, por cierto, aún continúa sin lucir el preceptivo cartel de obras. Un chalet ubicado en una urbanización de señorío, como corresponde a su propietario. Pues bien, Mena, que anda cabreadísimo con nosotros y llamándonos de todo menos bonitos, presume ante quien puede de tener controlados a los miembros de la oposición, a los que de paso acusa de no tener ni idea de urbanismo. A tal fin, enseña fotografías de vehículos de concejales desafectos, con lo que pretende insinuar que los vigila. No sabemos si lo hace en horas de servicio o si le tiene encomendada tan honorable tarea a algún agente secreto, tipo Anacleto, el más famoso inspector a este lado del río Pecos.