El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Alicia, la de Iberia
“En el aeropuerto me atiende ”Alicia“, que me dice que lo lamenta mucho, pero que no puede ayudarme, que debo dirigirme a ventas, a través del 807123456. Le vuelvo a explicar mi problema, y pacientemente me explica que les han ?quitado? la posibilidad de poder atender al público mediante otro número de teléfono, y que, por tanto, no puede transferir mi llamada a este departamento, que me describe que está situado exactamente al lado, que lo lamentaba mucho, pero que si quería hacer mi cambio de reserva tendría que dirigirme personalmente al aeropuerto o a las oficinas de la ciudad. Incrédula ante tanta desfachatez, busco en las páginas amarillas el teléfono de las oficinas de Iberia en Las Palmas de Gran Canaria, el 928295362 y, efectivamente, es un teléfono de acceso restringido. Figura en las guías telefónicas, en la base de datos de información telefónica, pero nadie puede contactar con ese teléfono”. Hasta aquí el relato de la lectora, que por cierto, acabó sacando sus billetes por otra compañía aérea. No añadimos un comentario más.
“En el aeropuerto me atiende ”Alicia“, que me dice que lo lamenta mucho, pero que no puede ayudarme, que debo dirigirme a ventas, a través del 807123456. Le vuelvo a explicar mi problema, y pacientemente me explica que les han ?quitado? la posibilidad de poder atender al público mediante otro número de teléfono, y que, por tanto, no puede transferir mi llamada a este departamento, que me describe que está situado exactamente al lado, que lo lamentaba mucho, pero que si quería hacer mi cambio de reserva tendría que dirigirme personalmente al aeropuerto o a las oficinas de la ciudad. Incrédula ante tanta desfachatez, busco en las páginas amarillas el teléfono de las oficinas de Iberia en Las Palmas de Gran Canaria, el 928295362 y, efectivamente, es un teléfono de acceso restringido. Figura en las guías telefónicas, en la base de datos de información telefónica, pero nadie puede contactar con ese teléfono”. Hasta aquí el relato de la lectora, que por cierto, acabó sacando sus billetes por otra compañía aérea. No añadimos un comentario más.