'Cambalache' en La Marina

Felicitamos muy efusivamente al pinchadiscos que hizo la selección musical que acompañó este jueves la magna inauguración de maquetas de la Gran Marisma. Se lució el hombre, al que no arrendamos las ganancias por la genialidad que tuvo al pinchar, al término de los discursos, nada más y nada menos que el tango Cambalache, del argentino Enrique Santos Discépolo. No escogió la versión original de los años 30, ni la que popularizara más recientemente Joan Manuel Serrat. No. Prefirió algo más local, una versión clásica editada por el Centro de la Cultura Popular Canaria. Pero la letra es la misma: “Siglo veinte cambalache/ problemático y febril./ El que no llora no mama/ y el que no afana es un gil”. Genial.

Felicitamos muy efusivamente al pinchadiscos que hizo la selección musical que acompañó este jueves la magna inauguración de maquetas de la Gran Marisma. Se lució el hombre, al que no arrendamos las ganancias por la genialidad que tuvo al pinchar, al término de los discursos, nada más y nada menos que el tango Cambalache, del argentino Enrique Santos Discépolo. No escogió la versión original de los años 30, ni la que popularizara más recientemente Joan Manuel Serrat. No. Prefirió algo más local, una versión clásica editada por el Centro de la Cultura Popular Canaria. Pero la letra es la misma: “Siglo veinte cambalache/ problemático y febril./ El que no llora no mama/ y el que no afana es un gil”. Genial.