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Cariños de la Dama de Hierro

Ha sido Rosa Rodríguez, consejera del Cabildo de Soria para operaciones decentes, protagonista reciente de cosas que pasan en esa casa, desde las que se generan en la Mesa de Contratación, hasta las que tienen que ver con los tribunales laborales que ella misma preside. Pero aclarado como quedó esto último hoy volvemos a tenerla de protagonista por sus propios sentimientos, que los tiene. Ya saben que en la Casa del Marino de Las Palmas de Gran Canaria se han alojado algunas oficinas municipales, y cerca de allí hay una clínica perpetua donde se opera de todo, incluidos juanetes. Y donde hay oficinas municipales, hay policías locales merodeando, no vaya a ser. Pues por allí -no sabemos si por juenates o por municipio- se vió a la consejera Rosa Rodríguez, que al ver a los agentes, antiguos subordinados suyos, se les acercó para obsequiarlos con sendos y sonoros ósculos en la mejilla. Pero, ¿quién decía que era de hierro? Lo será, pero también es muy cariñosa.

Ha sido Rosa Rodríguez, consejera del Cabildo de Soria para operaciones decentes, protagonista reciente de cosas que pasan en esa casa, desde las que se generan en la Mesa de Contratación, hasta las que tienen que ver con los tribunales laborales que ella misma preside. Pero aclarado como quedó esto último hoy volvemos a tenerla de protagonista por sus propios sentimientos, que los tiene. Ya saben que en la Casa del Marino de Las Palmas de Gran Canaria se han alojado algunas oficinas municipales, y cerca de allí hay una clínica perpetua donde se opera de todo, incluidos juanetes. Y donde hay oficinas municipales, hay policías locales merodeando, no vaya a ser. Pues por allí -no sabemos si por juenates o por municipio- se vió a la consejera Rosa Rodríguez, que al ver a los agentes, antiguos subordinados suyos, se les acercó para obsequiarlos con sendos y sonoros ósculos en la mejilla. Pero, ¿quién decía que era de hierro? Lo será, pero también es muy cariñosa.