Chano Franquis anuncia que sigue

Había dicho que ya había acabado su ciclo, que tantos y tantos años en la primera línea de fuego, dirigiendo una de las más importantes agrupaciones socialistas de Canarias tenían que tocar a su fin, y que cedía el testigo para que otros le sustituyeran. Pero parece que ha habido cambio de planes porque Sebastián Franquis Vera, actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y diputado nacional por la provincia de Las Palmas, ha anunciado que se vuelve a presentar. Las alarmas se han activado en algunos despachos capitalinos porque sus más conspicuos adversarios han llegado a sospechar que quiere despacharse a José Miguel Pérez tras lo ocurrido en el último congreso regional, para lo cual hasta le atribuyen la confección de una pinza muy puñetera con Javier Abreu, otro damnificado del oficialismo, como pudo comprobarse en el último congreso insular de Tenerife. Son elucubraciones, por su puesto, que quedarán para los anales de las guerras intestinas socialistas. Falta por saber con qué apoyos se presenta Franquis, si Emilio Mayoral volverá a recomponer relaciones, si José Miguel Pérez hará dolce far niente o si, milagrosamente, aparece algún candidato que entusiasme a una militancia que no solo se desanima, sino que huye despavorida de un partido con síntomas de moribundo.

Había dicho que ya había acabado su ciclo, que tantos y tantos años en la primera línea de fuego, dirigiendo una de las más importantes agrupaciones socialistas de Canarias tenían que tocar a su fin, y que cedía el testigo para que otros le sustituyeran. Pero parece que ha habido cambio de planes porque Sebastián Franquis Vera, actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y diputado nacional por la provincia de Las Palmas, ha anunciado que se vuelve a presentar. Las alarmas se han activado en algunos despachos capitalinos porque sus más conspicuos adversarios han llegado a sospechar que quiere despacharse a José Miguel Pérez tras lo ocurrido en el último congreso regional, para lo cual hasta le atribuyen la confección de una pinza muy puñetera con Javier Abreu, otro damnificado del oficialismo, como pudo comprobarse en el último congreso insular de Tenerife. Son elucubraciones, por su puesto, que quedarán para los anales de las guerras intestinas socialistas. Falta por saber con qué apoyos se presenta Franquis, si Emilio Mayoral volverá a recomponer relaciones, si José Miguel Pérez hará dolce far niente o si, milagrosamente, aparece algún candidato que entusiasme a una militancia que no solo se desanima, sino que huye despavorida de un partido con síntomas de moribundo.