El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un clamor tinerfeñista
Hay que ver cómo son estas cosas del insularismo. Mientras que en Gran Canaria existe el convencimiento de que la mayor carga de contenidos y de influencia de la Televisión Canaria es tinerfeña, en esa provincia el sentimiento es justo el contrario. Lo cual, en aplicación de las más rigurosas teorías, debería significar que el equilibrio está garantizado. Sin embargo, en Tenerife ha cundido más la sensación de despojo y muchos medios de comunicación se han hecho eco del sentir que han lanzado Zerolo y los suyos, que ya van camino de recuperar el ente para su regocijo. Bueno, su regocijo y el de la industria audiovisual radicada en Tenerife, que gira graciosa y precisamente alrededor del clan de Miguel Zerolo, Jorge Bethencourt y el mentado Lito Mesa. Una industria que en los últimos tiempos, por cierto, ha contribuido de modo especial a rebajar los ratios de audiencia de la autonómica con programas impuestos desde Presidencia del Gobierno. No cambiaremos nunca.
Hay que ver cómo son estas cosas del insularismo. Mientras que en Gran Canaria existe el convencimiento de que la mayor carga de contenidos y de influencia de la Televisión Canaria es tinerfeña, en esa provincia el sentimiento es justo el contrario. Lo cual, en aplicación de las más rigurosas teorías, debería significar que el equilibrio está garantizado. Sin embargo, en Tenerife ha cundido más la sensación de despojo y muchos medios de comunicación se han hecho eco del sentir que han lanzado Zerolo y los suyos, que ya van camino de recuperar el ente para su regocijo. Bueno, su regocijo y el de la industria audiovisual radicada en Tenerife, que gira graciosa y precisamente alrededor del clan de Miguel Zerolo, Jorge Bethencourt y el mentado Lito Mesa. Una industria que en los últimos tiempos, por cierto, ha contribuido de modo especial a rebajar los ratios de audiencia de la autonómica con programas impuestos desde Presidencia del Gobierno. No cambiaremos nunca.