El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Una comida descarada en La Casita
Como les hemos venido contando aquí de modo reiterado y detallado, ha sido el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, el que se ha empeñado en que este contrato se adjudicara así. Desde que en febrero ordenó cambiar el modelo ya se puso manos a la obra a convencer a los tres periódicos canarios para que entraran en el negocio con Antena 3 y Vídeoreport. Lo demás era decirle a Willy García lo que había que hacer y encontrar el momento más propicio para que nosotros, Prensa Canarias y Prisa, hiciéramos el menor daño posible. La impunidad y el descaro en que se ha movido este presidente ha sido de tal calibre, que hasta se permitió el lujo de dejarse ver almorzando este viernes pasado en la Casita con un señor con todas las pintas de ser el presidente de Antena 3, Maurizio Carlotti, y con el presidente de Inforcasa-Canarias7, Juan Francisco García. En otras mesas fueron testigos del encuentro el socialista Blas Trujillo y la popular Pepa Luzardo, además de un buen número de altos cargos gubernamentales, que también flipaban.
Como les hemos venido contando aquí de modo reiterado y detallado, ha sido el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, el que se ha empeñado en que este contrato se adjudicara así. Desde que en febrero ordenó cambiar el modelo ya se puso manos a la obra a convencer a los tres periódicos canarios para que entraran en el negocio con Antena 3 y Vídeoreport. Lo demás era decirle a Willy García lo que había que hacer y encontrar el momento más propicio para que nosotros, Prensa Canarias y Prisa, hiciéramos el menor daño posible. La impunidad y el descaro en que se ha movido este presidente ha sido de tal calibre, que hasta se permitió el lujo de dejarse ver almorzando este viernes pasado en la Casita con un señor con todas las pintas de ser el presidente de Antena 3, Maurizio Carlotti, y con el presidente de Inforcasa-Canarias7, Juan Francisco García. En otras mesas fueron testigos del encuentro el socialista Blas Trujillo y la popular Pepa Luzardo, además de un buen número de altos cargos gubernamentales, que también flipaban.