El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Que compre hidroaviones el Gobierno canario
Cinco años después, Soria ya no es el mismo, no sabemos si es mejor o es peor, pero sus opiniones al respecto han cambiado de modo radical. Sus declaraciones de este viernes, las que él produce y nosotros nos limitamos a reproducir, van en el sentido de reprochar al Gobierno de Canarias que no tenga hidroaviones de su propiedad, o que en su defecto, los alquile para tenerlos disponibles en las Islas cuando llegan las épocas duras de incendios. La exigencia es absolutamente novedosa, a la par que disparatada, porque es el Gobierno de España el que presta ese refuerzo a las autonomías cuando los fuegos pasan al nivel que requiere la intervención del Estado. Claro que al ministro lo que le viene bien ahora es segregar a Canarias del resto del Estado, hundirla convenientemente en el caldo de sus propias contradicciones y focalizar la resultante de tan descabelladas reflexiones en el totiso mismo del presidente Paulino Rivero. Este viernes tocó decir a los canarios que lo que hay que hacer es cerrar la Televisión Canaria y disolver el Cuerpo General de la Policía Canaria para, con el dinero resultante, comprar hidroaviones. Una memez de tal calibre que ya no sorprende a nadie dada la senda que ha tomado este ministro del Reino, a punto de alcanzar en toletadas a la que él mismo puso de consejera de Turismo en una ocasión, la irrepetible Rita Martín. Claro que, para que no faltara de nada, el Gobierno respondió a la memez con otra de igual o superior calibre: mandar a la Guanchancha a patrullar los bosques grancanarios. Y mira tú por dónde, el primer día de patrulla va y se declara el primer fuego forestal en esa isla, concretamente en el pago de Temisas (Agüimes). A ver si se están quietos y callados por lo menos este fin de semana, que uno con sus excesos verbales y el otro marcando el territorio, empiezan a tenernos hasta las pelotas.
Cinco años después, Soria ya no es el mismo, no sabemos si es mejor o es peor, pero sus opiniones al respecto han cambiado de modo radical. Sus declaraciones de este viernes, las que él produce y nosotros nos limitamos a reproducir, van en el sentido de reprochar al Gobierno de Canarias que no tenga hidroaviones de su propiedad, o que en su defecto, los alquile para tenerlos disponibles en las Islas cuando llegan las épocas duras de incendios. La exigencia es absolutamente novedosa, a la par que disparatada, porque es el Gobierno de España el que presta ese refuerzo a las autonomías cuando los fuegos pasan al nivel que requiere la intervención del Estado. Claro que al ministro lo que le viene bien ahora es segregar a Canarias del resto del Estado, hundirla convenientemente en el caldo de sus propias contradicciones y focalizar la resultante de tan descabelladas reflexiones en el totiso mismo del presidente Paulino Rivero. Este viernes tocó decir a los canarios que lo que hay que hacer es cerrar la Televisión Canaria y disolver el Cuerpo General de la Policía Canaria para, con el dinero resultante, comprar hidroaviones. Una memez de tal calibre que ya no sorprende a nadie dada la senda que ha tomado este ministro del Reino, a punto de alcanzar en toletadas a la que él mismo puso de consejera de Turismo en una ocasión, la irrepetible Rita Martín. Claro que, para que no faltara de nada, el Gobierno respondió a la memez con otra de igual o superior calibre: mandar a la Guanchancha a patrullar los bosques grancanarios. Y mira tú por dónde, el primer día de patrulla va y se declara el primer fuego forestal en esa isla, concretamente en el pago de Temisas (Agüimes). A ver si se están quietos y callados por lo menos este fin de semana, que uno con sus excesos verbales y el otro marcando el territorio, empiezan a tenernos hasta las pelotas.