El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Paridad y paridas de Cristina Tavío
Frenético último día de febrero con plenos en prácticamente todas las corporaciones locales del Archipiélago del Meridiano de Grinich. En Telde, presupuestos de 2014 casi gastados, o por lo menos comprometidos en medio de esa orgía de post-corrupción que en el presente mandato ha vuelto a amenazar con hacerse carne y habitar entre ese tripartito ya roto en varios pedazos. En el Cabildo de Gran Canaria, con las más sonoras contradicciones campando a sus anchas ante los frescos del gran Arencibia: el PP anunciando una iniciativa legislativa contra la ley de renovación turística del Gobierno de Canarias que acaba de sufrir el peor percance posible por la obsesión de Soria de tumbar cualquier cosa que haga Paulino Rivero. El recurso del Gobierno central resucita la moratoria de Román Rodríguez, que sin embargo se alinea con Bravo de Laguna para denunciar que la norma recurrida (y parcialmente en suspenso) es un ataque a la libertad de empresa y a la igualdad insular de oportunidades por limitar la construcción de hoteles de cuatro estrellas que no estén directamente vinculados a la rehabilitación de viejos complejos (incluido el de Edipo). Pero por un capricho injustificable preferimos quedarnos con lo ocurrido en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde el debate se cierne sobre la manera de algunos de disimular la corrupción de su partido, el esfuerzo de otros por mantener una polémica coherencia, las extravagancias de un tercero chapoteando torpemente en la ciénaga de sus demonios de siempre, y el oportunismo del resto por arrimar cualquier ascua a su sardina. El balance: más de lo mismo, avanzar ocho manzanas para luego terminar dedicándose a la noble tarea de tapar la alcantarilla por la que fluyen los pestilentes aromas de la tradición y la imbatible impunidad de la oligarquía nivariense.
No soporta a Ángel Llanos
Resulta un tanto cansino tener que comentar las ocurrencias de ese verso suelto en que se ha convertido el concejal José Manuel Corrales, que propuso al Ayuntamiento de Santa Cruz que el referéndum de las prospecciones incluya también una pregunta a los ciudadanos sobre la continuidad de la refinería de Cepsa en la capital tinerfeña. Una ocurrencia sólo atribuible a quien sólo busca el titular fácil en la prensa y el estropicio a la dignidad política. Desgraciadamente ha coincidido Corrales de alguna manera con la propuesta de Román Rodríguez de que la consulta incluya también una pregunta sobre la reforma electoral, de modo que por los intereses enfrentados que tiene Coalición Canaria en ambas cuestiones, se diluya la del petróleo y se le termine haciendo el favor del año al Partido Popular. Es lo que tiene oponerse a todo por querer ser más original que el último que habló. Descartado Corrales por majadero, tuvo su gracia la postura de la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz, Cristina Tavío, en torno a la elección de los miembros del Consejo Económico y Social de la ciudad, una iniciativa muy interesante que no ha nacido con la unanimidad de los grupos municipales. Y todo porque la señora Tavío no pasa por que en ese órgano consultivo de la alcaldía, cuyos miembros no cobrarán ni un euro, se encuentre Ángel Llanos, compañero de partido y sin embargo enemigo íntimo en grado sumo. ¿Cómo oponerse a un órgano así porque en él esté un destacado dirigente de tu propio partido que conoce muy bien la ciudad y que estuvo a punto de ser la gran esperanza blanca de la derecha santacrucera? Tavío optó por la abstención alegando que a) el alcalde Bermúdez no consensuó los nombres con ella y, b) el nuevo órgano no respeta la Ley de Igualdad, es decir, la que José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en su primer mandato para acabar con la discriminación de la mujer en instituciones y consejos de administración de las empresas.
La que llegó al Estrasburgo contra la paridad
Sí, en serio, Cristina Tavío alegó este viernes en contra del Consejo Social de Santa Cruz de Tenerife que su composición no respeta la paridad entre hombres y mujeres. Un gesto que sería encomiable si no fuera porque su partido, el PP, no lo respeta nunca (ver composición del Gobierno de Mariano Rajoy) o porque ella luchó a brazo partido, con argumentos la mar de sabrosos y ácidos, contra su aplicación. ¿Recuerdan el caso de la lista del PP al Ayuntamiento de Garachico en 2007? Recordemos la polémica: a sabiendas de que tenía muy difícil alcanzar una mayoría respetable en ese ayuntamiento tinerfeño, a Tavío y a Pilar Merino no se les ocurrió mejor cosa que llamar la atención presentando una lista municipal exclusivamente compuesta por mujeres. La Junta Electoral tumbó esa ocurrencia precisamente aplicando la Ley de Igualdad del Gobierno socialista, y no vean cómo se puso la doña (y toda la coral polifónica pepera) ante tal decisión. Su empecinamiento la condujo, derrota tras derrota, hasta la derrota final del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Una pose hipócrita la de entonces y una pose hipócrita la de ahora, porque alegar misoginia en la lista de personalidades del Consejo Social de Santa Cruz cuando ella propuso en 2012 tres nombres, tres, y todos eran (y son) varones, casualmente sus concejales Carlos Garcinuño, Óscar García y José Carlos Acha, le estalla en la cara de manera inclemente. Junto a Llanos, digamos para completar los datos, han sido elegidos con la abstención del PP personalidades como Juan Alfredo Amigó, Javier Díaz Llanos, Wolfredo Wilpert, Alberto Darias, Sebastián Matías, Carmen Fraga, Juan Arencibia, Juan Manuel García Ramos y Eligio Hernández. Unas cuantas explicaciones habrá de darles la señora portavoz del PP.
José Ángel Martín, a brazo partido
En un pleno así no podían salir indemnes los que en estos momentos han sido puestos en el disparadero por los tradicionales defensores de la oligarquía corrupta de Tenerife. Y el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, José Ángel Martín, es ahora mismo el pim-pam-pum preferido de esos guardianes de las viejas esencias y del zerolismo. La coherencia en política, sobre todo cuando la coherencia tiene que ver con la lucha contra la corrupción, se paga cara en Canarias. Si es justo en sentido contrario, el respaldo de los poderes ocultos y de una parte del electorado parece garantizado siempre. Contrariamente a lo que debería parecer natural, este concejal tuvo que deshacerse en explicaciones este viernes en el pleno acerca de su postura: la de devolver la legalidad a los numerosos hitos corruptos que jalonan el paisaje de Santa Cruz, empezando por el Mamotreto de Las Teresitas. Para que no quedaran insatisfechos los amantes de la obviedad, este concejal anunció que ordenará el derribo del Mamotreto, pero cuando sea firme la sentencia en la Audiencia Provincial, porque aunque pueda parecer increíble, la existencia de una dura condena penal todavía no ha convencido a los baluartes del tinerfeñismo rancio de que las cosas sólo caben dentro del marco legal. Escuchar a Martín defendiendo ahora lo mismo que defendía cuando era oposición resulta tan ocioso como ofensivo. Pocos de los presentes allí pueden decir lo mismo, y menos algún que otro ex socialista que se rajaba en los momentos más crudos.
Se desmorona el PP en Ingenio
Los resultados nada esperanzadores que arrojan para el PP canario las encuestas hasta ahora conocidas no están alimentando precisamente la ilusión ni la unidad en esa formación que dirige con mano de hierro en guante de papel de lija José Manuel Soria. Aunque es cierto que en la mayoría de los núcleos de poder se mantiene aún cierta esperanza de recuperación, en algunos feudos se empiezan a notar síntomas de fatiga. Es el caso de la villa grancanaria de Ingenio, donde se recrudecen los enfrentamientos entre concejales de la misma formación y los vientos de ruptura con su socio local, la franquicia Agrupa Sureste. En el pleno de ese Ayuntamiento, celebrado este jueves, una propuesta del alcalde, Juan José Gil (PP) fue derrotada gracias a los votos del PSOE y de la concejala Pino Vega, la ungida por Soria a ser la próxima candidata. Se trataba, por segunda vez, de tramitar la privatización de la piscina municipal sin informe jurídico favorable y con un informe técnico ad hoc parido fuera de las oficinas municipales. A las sospechas se ha sumado el rumor de que el aspirante a gestionar esa instalación es un ex cuñado del alcalde, porque donde hubo siempre queda. Por si fueran pocas las desavenencias, la moción socialista en favor del referéndum de las prospecciones salió adelante gracias al voto de los concejales de Agrupa Sureste, la formación socia del PP en la villa. Y otra moción, de apoyo al recurso contra la Ley de Administración Local prosperó porque al voto socialista se sumaron los del alcalde y los dos concejales del PP que le siguen siendo fiel. Por la noche, Agrupa Sureste se reunió para decidir si continúa respaldando a Gil en la alcaldía, y la votación se resolvió con un sí muy condicionado y con muchos votos a favor de la ruptura.
En Santa Brígida cuecen habas
Tampoco está exento de cierta convulsión el grupo municipal del PP en la villa de Santa Brígida. Se empieza a notar que el liderazgo que ejercía a su modo Lucas Bravo de Laguna, voluntariamente dimitido para ocuparse solo de sus ocupaciones cabildicias, ha abierto algunas rendijas por las que se cuela cierta disconformidad. En el pleno satauteño se rompió por primera vez la disciplina de voto porque una concejala, Oneida Socorro, se abstuvo en la moción socialista de respaldo al referéndum de las prospecciones. También lo hizo en la iniciativa de recurrir la nueva Ley de Bases de Régimen Local y hasta en la conveniencia de rebajar el sueldo a la alcaldesa en aplicación de esa nueva ley. Un amago de dimisión de otro concejal, que había pedido sin éxito voto secreto para las mociones presentadas por el PSOE, fue resuelto con muchos paños calientes para que la sangre no llegara al río. La quiebra del grupo no fue tal, sin embargo, en el momento de votar la retirada de la nueva ley del aborto del ministro Gallardón.
Sobre este blog
El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora