El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Desaparecen los ordenadores de la 'operación Zabala'
Parece un mal guión de serie B, de culebrón baratito. Pero ya se sabe que lo que mal empieza tiene todos los boletos para acabar peor. La noticia trascendió este jueves, pero ocurrió hace algunas semanas, en el mes de septiembre. El Juzgado de Instrucción 6 de Telde citó a uno de los imputados radiofónicos por presuntos delitos contra la propiedad intelectual fruto de aquella denuncia del clan de Guillermo Reyes. El motivo no era otro que, en presencia del secretario judicial, hacer un volcado del contenido de los ordenadores de Canal Telde, la radio municipal intervenida por la Guardia Civil por orden de la juez Zabala. Allí se constituyeron el imputado, representante de la emisora, su procuradora, dos agentes del benemérito cuerpo, un perito y el referido secretario judicial. Estaban todos los citados para hacer la esperada diligencia, pero no aparecieron los ordenadores. La Guardia Civil asegura que los dejó en el Juzgado, pero en el Juzgado nadie sabe dónde fueron a parar. Debe ser que no se trataba exclusivamente de investigar la comisión de un supuesto delito, sino de impedir que las emisoras intervenidas pudieran volver a emitir alguna vez. La diligencia se aplazó sin fecha.
Parece un mal guión de serie B, de culebrón baratito. Pero ya se sabe que lo que mal empieza tiene todos los boletos para acabar peor. La noticia trascendió este jueves, pero ocurrió hace algunas semanas, en el mes de septiembre. El Juzgado de Instrucción 6 de Telde citó a uno de los imputados radiofónicos por presuntos delitos contra la propiedad intelectual fruto de aquella denuncia del clan de Guillermo Reyes. El motivo no era otro que, en presencia del secretario judicial, hacer un volcado del contenido de los ordenadores de Canal Telde, la radio municipal intervenida por la Guardia Civil por orden de la juez Zabala. Allí se constituyeron el imputado, representante de la emisora, su procuradora, dos agentes del benemérito cuerpo, un perito y el referido secretario judicial. Estaban todos los citados para hacer la esperada diligencia, pero no aparecieron los ordenadores. La Guardia Civil asegura que los dejó en el Juzgado, pero en el Juzgado nadie sabe dónde fueron a parar. Debe ser que no se trataba exclusivamente de investigar la comisión de un supuesto delito, sino de impedir que las emisoras intervenidas pudieran volver a emitir alguna vez. La diligencia se aplazó sin fecha.