El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Así se dilapidan los recursos portuarios
22 años sin pagar un sólo duro (euros en la actualidad) es lo que ha estado haciendo la compañía DISA en el muelle de Salinetas (Telde) en una más que paradigmática situación que refleja cómo se pueden administrar de manera negligente los recursos públicos. Todos los datos los tienen en el reportaje de Alexis González que publicamos este martes y que, con sentencias y resoluciones administrativas en la mano, demuestran que se puede burlar la legalidad durante toda una generación sin que pase nada. El recurso a la demagogia se pone enseguida a tiro: una actividad industrial que genera pingües beneficios para sus propietarios se instala en un suelo público de un organismo cuyos costes se encarecen día a día afectando a la cesta de la compra de los grancanarios, que pagan con su esfuerzo lo que otros incorporan a su siempre abultada cuenta de resultados. Un presidente portuario tras otro haciendo la vista gorda hasta que llega uno en 2006, Emilio Mayoral por más señas, que descubre el percal y pone en marcha el obligado expediente administrativo para regularizar una situación verdaderamente escandalosa. Un Emilio Mayoral que fue desalojado por el pacto entre el PP y CC para que en la Autoridad Portuaria se volviera a instalar el más de lo mismo.
22 años sin pagar un sólo duro (euros en la actualidad) es lo que ha estado haciendo la compañía DISA en el muelle de Salinetas (Telde) en una más que paradigmática situación que refleja cómo se pueden administrar de manera negligente los recursos públicos. Todos los datos los tienen en el reportaje de Alexis González que publicamos este martes y que, con sentencias y resoluciones administrativas en la mano, demuestran que se puede burlar la legalidad durante toda una generación sin que pase nada. El recurso a la demagogia se pone enseguida a tiro: una actividad industrial que genera pingües beneficios para sus propietarios se instala en un suelo público de un organismo cuyos costes se encarecen día a día afectando a la cesta de la compra de los grancanarios, que pagan con su esfuerzo lo que otros incorporan a su siempre abultada cuenta de resultados. Un presidente portuario tras otro haciendo la vista gorda hasta que llega uno en 2006, Emilio Mayoral por más señas, que descubre el percal y pone en marcha el obligado expediente administrativo para regularizar una situación verdaderamente escandalosa. Un Emilio Mayoral que fue desalojado por el pacto entre el PP y CC para que en la Autoridad Portuaria se volviera a instalar el más de lo mismo.