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Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

Extrañas coincidencias satauteñas

Vaya por delante, sin maledicencia alguna, que todo puede ser fruto de la casualidad, de que somos pocos viviendo en estos terruños fijos-discontinuos, dispersos, archipielágicos, ultraperiféricos y surrealistas, y que es imposible que no se de una coincidencia a la semana. Nos situamos en el Ayuntamiento de Santa Brígida, donde en noviembre de 2009 se publicaron los resultados de un concurso-oposición para cubrir de modo interino la plaza de arquitecto municipal en sustitución del titular, el polémico Lupiola. A las pruebas concurrieron 51 personas, de las que cinco, por motivos que se nos esconden, no terminaron presentándose, por lo que obtuvieron una calificación de cero points. En la lista aparece, en último lugar, con esos puntos, el arquitecto Daniel Revuelta Martínez. Hasta aquí, todo aparentemente normal, pero poco después empezaron las casualidades y las extrañezas.

Vaya por delante, sin maledicencia alguna, que todo puede ser fruto de la casualidad, de que somos pocos viviendo en estos terruños fijos-discontinuos, dispersos, archipielágicos, ultraperiféricos y surrealistas, y que es imposible que no se de una coincidencia a la semana. Nos situamos en el Ayuntamiento de Santa Brígida, donde en noviembre de 2009 se publicaron los resultados de un concurso-oposición para cubrir de modo interino la plaza de arquitecto municipal en sustitución del titular, el polémico Lupiola. A las pruebas concurrieron 51 personas, de las que cinco, por motivos que se nos esconden, no terminaron presentándose, por lo que obtuvieron una calificación de cero points. En la lista aparece, en último lugar, con esos puntos, el arquitecto Daniel Revuelta Martínez. Hasta aquí, todo aparentemente normal, pero poco después empezaron las casualidades y las extrañezas.