El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Fernández y González (mira tú que dos)
Los cronistas parlamentarios estaban asombrados este jueves en la Cámara, y no tanto por la incapacidad manifiesta del presidente, Antonio Castro, de reconducir la situación y no dejarse coger la camella por sus compañeritos de pacto y de partido, sino por la reacción histérica y absolutamente delatadora de dos diputados que ensucian el buen nombre de la Cámara cada vez que la pisan: Manuel Fernández, del PP, y José Miguel González, de CC. El primero formó parte de la comisión de investigación eólica para hacer el trabajo sucio y reírle la gracia a su caudillo, en un papel impresentable que remata manteniendo su doble condición de representante ciudadano y defensor de intereses empresariales bajo sospecha. De Pelopincho sólo les podemos decir que es la encarnación más elocuente de la mezcla perversa de política y negocios hasta límites nauseabundos. Ambos se sintieron aludidos directamente por las apreciaciones de López Aguilar sobre las mentiras del Parlamento. Nos alegramos de que les salte la pinza con tanta facilidad cuando se ven delatados.
Los cronistas parlamentarios estaban asombrados este jueves en la Cámara, y no tanto por la incapacidad manifiesta del presidente, Antonio Castro, de reconducir la situación y no dejarse coger la camella por sus compañeritos de pacto y de partido, sino por la reacción histérica y absolutamente delatadora de dos diputados que ensucian el buen nombre de la Cámara cada vez que la pisan: Manuel Fernández, del PP, y José Miguel González, de CC. El primero formó parte de la comisión de investigación eólica para hacer el trabajo sucio y reírle la gracia a su caudillo, en un papel impresentable que remata manteniendo su doble condición de representante ciudadano y defensor de intereses empresariales bajo sospecha. De Pelopincho sólo les podemos decir que es la encarnación más elocuente de la mezcla perversa de política y negocios hasta límites nauseabundos. Ambos se sintieron aludidos directamente por las apreciaciones de López Aguilar sobre las mentiras del Parlamento. Nos alegramos de que les salte la pinza con tanta facilidad cuando se ven delatados.