El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Gago y Larry se desmelenan
El periodismo creativo entró en Canarias por La Isleta, a la altura de El Sebadal, pero ya ha corrido lo suficiente como para contagiar a algunos periodistas. En la Casa Palacio insular, por ejemplo, hay un nutrido grupo de profesionales de la información que se devana los sesos diariamente para poder atender la demanda de imagen que tiene su presidente, José Manuel Soria, el político canario que más gasta en esta materia. Es en la Casa Palacio de la calle de Bravo Murillo donde se cuece una hoja volandera anónima que trata de ser confidencial y que se queda sencillamente en el canal por el que fluyen las frustraciones de dos periodistas (uno de ellos de pacotilla) que atienden a los nombres de Víctor Rodríguez Gago y Luis Larry Álvarez. Están ambos animados por la inspiración de su presidente, obsesionados con este periódico y tratan de hacer auténticas virguerías para contrarestar, minimizar, anular, aniquilar, desviar, tapar, censurar... todo lo que aquí decimos de su señorito de ellos, pesca del salmón incluida.
El periodismo creativo entró en Canarias por La Isleta, a la altura de El Sebadal, pero ya ha corrido lo suficiente como para contagiar a algunos periodistas. En la Casa Palacio insular, por ejemplo, hay un nutrido grupo de profesionales de la información que se devana los sesos diariamente para poder atender la demanda de imagen que tiene su presidente, José Manuel Soria, el político canario que más gasta en esta materia. Es en la Casa Palacio de la calle de Bravo Murillo donde se cuece una hoja volandera anónima que trata de ser confidencial y que se queda sencillamente en el canal por el que fluyen las frustraciones de dos periodistas (uno de ellos de pacotilla) que atienden a los nombres de Víctor Rodríguez Gago y Luis Larry Álvarez. Están ambos animados por la inspiración de su presidente, obsesionados con este periódico y tratan de hacer auténticas virguerías para contrarestar, minimizar, anular, aniquilar, desviar, tapar, censurar... todo lo que aquí decimos de su señorito de ellos, pesca del salmón incluida.