El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Que hable Marrero Portugués
Se ha armado una buena este miércoles con lo publicado aquí acerca de los dos documentos suscritos por otros tantos funcionarios de la Audiencia de Cuentas que, en 2004, detectaron indicios de delito en el informe que se elaboraba sobre el Tesoro canario. El caso Amorós, para que nos entendamos. Hubo mucho nerviosismo en la Audiencia de Cuentas y también en el Gobierno, al tiempo que el Partido Popular se frotaba las manos por tener una estampita más que canjear con Coalición Canaria cuando se pongan sobre la mesa asuntos como Eolo o el lucerito del alba. Pero hay un detalle nada baladí que parece querer escapárseles a los cerebros en presencia, y es que el consejero auditor del caso, al que se dirije al menos uno de los escritos sobre el hallazgo de indicios de delito, es Juan Marrero Portugués, nombrado a propuesta del PP. Debe explicar el señor Marrero por qué no hizo nada en 2004 o por qué no le dejaron hacer nada en 2004. Y de inclinarse por esto último, quién se lo impidió. Y que lo diga tranquilo, sin gritos, que le puede dar un sofocón y las cosas así no se arreglan.
Se ha armado una buena este miércoles con lo publicado aquí acerca de los dos documentos suscritos por otros tantos funcionarios de la Audiencia de Cuentas que, en 2004, detectaron indicios de delito en el informe que se elaboraba sobre el Tesoro canario. El caso Amorós, para que nos entendamos. Hubo mucho nerviosismo en la Audiencia de Cuentas y también en el Gobierno, al tiempo que el Partido Popular se frotaba las manos por tener una estampita más que canjear con Coalición Canaria cuando se pongan sobre la mesa asuntos como Eolo o el lucerito del alba. Pero hay un detalle nada baladí que parece querer escapárseles a los cerebros en presencia, y es que el consejero auditor del caso, al que se dirije al menos uno de los escritos sobre el hallazgo de indicios de delito, es Juan Marrero Portugués, nombrado a propuesta del PP. Debe explicar el señor Marrero por qué no hizo nada en 2004 o por qué no le dejaron hacer nada en 2004. Y de inclinarse por esto último, quién se lo impidió. Y que lo diga tranquilo, sin gritos, que le puede dar un sofocón y las cosas así no se arreglan.