Pero, ¿qué haces, Nono?

No ha dejado pasar un tiempo prudencial el ex alcalde de Mogán, Antonio Santana Flores, Nono, para lanzarse a las tremendas y mentar a los tribunales de Justicia. El ahora candidato por el CCN (en el partido de Nacho no ha entrado siempre lo mejor de cada casa) está caliente con Francisco González, alcalde, por unas supuestas irregularidades cometidas al parecer en la edificación de unas viviendas en el lugar conocido como Lomados, de Arguineguín. Dice Nono que los promotores están construyendo más viviendas de las previstas en el plan y que se están excediendo en dos plantas la altura autorizada en esa zona. Y aprovechando la revoltura, Santana Flores ha metido en el saco a un viejo conocido suyo, el también ex alcalde Juan Santana Artiles, al que acusa de haber iniciado el proyecto, aún con un informe jurídico negativo en contra. Es lo bonito que tiene la democracia, ver a todo un Antonio Santana Flores, ese pedazo de inolvidable alcalde, denunciando irregularidades urbanísticas en Mogán. Vivir para ver.

No ha dejado pasar un tiempo prudencial el ex alcalde de Mogán, Antonio Santana Flores, Nono, para lanzarse a las tremendas y mentar a los tribunales de Justicia. El ahora candidato por el CCN (en el partido de Nacho no ha entrado siempre lo mejor de cada casa) está caliente con Francisco González, alcalde, por unas supuestas irregularidades cometidas al parecer en la edificación de unas viviendas en el lugar conocido como Lomados, de Arguineguín. Dice Nono que los promotores están construyendo más viviendas de las previstas en el plan y que se están excediendo en dos plantas la altura autorizada en esa zona. Y aprovechando la revoltura, Santana Flores ha metido en el saco a un viejo conocido suyo, el también ex alcalde Juan Santana Artiles, al que acusa de haber iniciado el proyecto, aún con un informe jurídico negativo en contra. Es lo bonito que tiene la democracia, ver a todo un Antonio Santana Flores, ese pedazo de inolvidable alcalde, denunciando irregularidades urbanísticas en Mogán. Vivir para ver.