Lo hizo, lo hizo

No lo creíamos capaz, pero lo ha hecho. Hasta ahora sólo habíamos podido publicar la relación de méritos galácticos del dueño de El Día, José Rodríguez Ramírez, gracias al historial presentado para su candidatura al Premio Canarias de Comunicación, una distinción que se le resiste y que lo trae por la calle de la amargura. Pero desde este domingo, esa trayectoria vital tan grandiosa ya está a disposición de cualquier internauta curioso (y atrevido) que la quiera consultar. La ha desempolvado don Pepito en un ataque de resentimiento incontenible tras ver hace unos días recogiendo el Premio Canarias nada menos que a uno de sus más aguerridos enemigos, el ex director del Diario de Avisos Leopoldo Fernández Cabeza de Vaca, que para más recochineo ejerció de portavoz de los premiados y leyó el discurso institucional que casi todos los periódicos reseñaron. El cabreo, por consiguiente, es doble, porque además de la frustración que a don Pepito le produce no tener el premio y que se lo den al eterno enemigo, el galáctico editor tiene sobre la cabeza, machacándole como un martillo pilón, el editorial que recientemente publicó Diario de Avisos con un meneo de tal calibre que todavía anda Rodríguez Ramírez renqueante por las calles de Santa Cruz. La noticia, por lo tanto, nos la proporcionó el abigarrado independentista en dos sentidos, en el de obsequiarnos con su relicario de metopas, enseñas, calles y rotondas, y con los epítetos que le dedicó su bestia parda, que los relató de tal modo que da hasta sentimiento ponerse en el pellejo de su sufrido abogado, que a ver cómo defiende que don Pepito esté ofendido cuando él mismo ha aireado las ofensas en su propio periódico y en edición dominical.

No lo creíamos capaz, pero lo ha hecho. Hasta ahora sólo habíamos podido publicar la relación de méritos galácticos del dueño de El Día, José Rodríguez Ramírez, gracias al historial presentado para su candidatura al Premio Canarias de Comunicación, una distinción que se le resiste y que lo trae por la calle de la amargura. Pero desde este domingo, esa trayectoria vital tan grandiosa ya está a disposición de cualquier internauta curioso (y atrevido) que la quiera consultar. La ha desempolvado don Pepito en un ataque de resentimiento incontenible tras ver hace unos días recogiendo el Premio Canarias nada menos que a uno de sus más aguerridos enemigos, el ex director del Diario de Avisos Leopoldo Fernández Cabeza de Vaca, que para más recochineo ejerció de portavoz de los premiados y leyó el discurso institucional que casi todos los periódicos reseñaron. El cabreo, por consiguiente, es doble, porque además de la frustración que a don Pepito le produce no tener el premio y que se lo den al eterno enemigo, el galáctico editor tiene sobre la cabeza, machacándole como un martillo pilón, el editorial que recientemente publicó Diario de Avisos con un meneo de tal calibre que todavía anda Rodríguez Ramírez renqueante por las calles de Santa Cruz. La noticia, por lo tanto, nos la proporcionó el abigarrado independentista en dos sentidos, en el de obsequiarnos con su relicario de metopas, enseñas, calles y rotondas, y con los epítetos que le dedicó su bestia parda, que los relató de tal modo que da hasta sentimiento ponerse en el pellejo de su sufrido abogado, que a ver cómo defiende que don Pepito esté ofendido cuando él mismo ha aireado las ofensas en su propio periódico y en edición dominical.