El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El ingeniero prepotente
Les contábamos hace días la forma precipitada con que se ejecutan los últimos tramos de la ansiada, por necesaria, carretera Arguineguín-Puerto Rico. Preveíamos que en cuanto lloviera, y esperemos que llueva pronto, el campo de golf colindante con el barranco del Lechugal iba a quedar destrozado. O sea, que la obra ha derivado en magna chapuza y como se nos ocurrió señalar al ingeniero de Caminos José Luis Martínez Cocero y al ingeniero de Obras Públicas, Enrique Moreno, por conformar la dirección de obra, el primero de ellos monta en cólera; que no ha estudiado uno para que luego le digan lo que hace mal. Ya ven, total por haber tenido acceso a un informe elaborado por un ingeniero de Caminos que se va a presentar en la Consejería de Obras Públicas. Y por airearlo que para eso estamos, el señor Martínez Cocero mata no ya al mensajero, más que nada porque no existe en este caso, sino a todo el que se acerca a preguntar por el particular. Dice el caballero que de la obra sólo contesta por escrito lo que por escrito se presenta. Raptos de épocas pretéritas.
Les contábamos hace días la forma precipitada con que se ejecutan los últimos tramos de la ansiada, por necesaria, carretera Arguineguín-Puerto Rico. Preveíamos que en cuanto lloviera, y esperemos que llueva pronto, el campo de golf colindante con el barranco del Lechugal iba a quedar destrozado. O sea, que la obra ha derivado en magna chapuza y como se nos ocurrió señalar al ingeniero de Caminos José Luis Martínez Cocero y al ingeniero de Obras Públicas, Enrique Moreno, por conformar la dirección de obra, el primero de ellos monta en cólera; que no ha estudiado uno para que luego le digan lo que hace mal. Ya ven, total por haber tenido acceso a un informe elaborado por un ingeniero de Caminos que se va a presentar en la Consejería de Obras Públicas. Y por airearlo que para eso estamos, el señor Martínez Cocero mata no ya al mensajero, más que nada porque no existe en este caso, sino a todo el que se acerca a preguntar por el particular. Dice el caballero que de la obra sólo contesta por escrito lo que por escrito se presenta. Raptos de épocas pretéritas.