El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un mal día lo tiene cualquiera
Qué poco dura la alegría en casa del amargado. José Manuel Soria acababa de llegar este lunes de darse un chute de euforia y de triunfo del cónclave del PP en Sevilla cuando se topó de bruces con la dura realidad, con su dura realidad canaria: la del presidente de un partido que tampoco esta vez va a ganar las elecciones autonómicas, aún con un enorme tsunami a su favor. Su liderazgo político continúa fuertemente marcado por un temperamento incompatible con la democracia, y sus actos, presididos por una soberbia sin límites, le conducen permanentemente al más grotesco de los ridículos. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) comunicaba este martes urbi et orbi que procedía al archivo de la última pendejada del presidente del PP canario, consistente en denunciar a la asociación Jueces para la Democracia y al director de CANARIAS AHORA, acta notarial en mano, por considerar al segundo autor de un comunicado de los primeros. Hasta mucho tardó el alto tribunal canario en dar carpetazo a una denuncia que desde el primer momento apestaba a uso perverso y pervertido del ordenamiento jurídico con el único objeto de hacer un ruido dañino que perjudicara a los jueces a los que Soria quiere descalificar profesional y socialmente. Y de paso, mezclar a este periódico en su psicótica manía de la conspiranoica.
Qué poco dura la alegría en casa del amargado. José Manuel Soria acababa de llegar este lunes de darse un chute de euforia y de triunfo del cónclave del PP en Sevilla cuando se topó de bruces con la dura realidad, con su dura realidad canaria: la del presidente de un partido que tampoco esta vez va a ganar las elecciones autonómicas, aún con un enorme tsunami a su favor. Su liderazgo político continúa fuertemente marcado por un temperamento incompatible con la democracia, y sus actos, presididos por una soberbia sin límites, le conducen permanentemente al más grotesco de los ridículos. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) comunicaba este martes urbi et orbi que procedía al archivo de la última pendejada del presidente del PP canario, consistente en denunciar a la asociación Jueces para la Democracia y al director de CANARIAS AHORA, acta notarial en mano, por considerar al segundo autor de un comunicado de los primeros. Hasta mucho tardó el alto tribunal canario en dar carpetazo a una denuncia que desde el primer momento apestaba a uso perverso y pervertido del ordenamiento jurídico con el único objeto de hacer un ruido dañino que perjudicara a los jueces a los que Soria quiere descalificar profesional y socialmente. Y de paso, mezclar a este periódico en su psicótica manía de la conspiranoica.