El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Monumental calentura de Paco Santiago
Menuda calentura la que se ha cogido el alcalde de Telde con el periódico La Provincia tras la publicación de una noticia en la que se le atribuye la titularidad de una condena judicial por la que habría de estar pagando, durante no se sabe muy bien cuánto tiempo, la cantidad de 1.500 euros cada veinte días. Un Potosí, se podrán imaginar, si fuera verdadera la sentencia en cuestión, cuya estrambótica interpretación informativa el alcalde teldense atribuye a esa perniciosa campañita que algún empresario y algún aficionado a la política le tienen montada con el fin de que se eche a un lado y se propicie el regreso de los salteadores de camino que devastaron al Ayuntamiento en el periodo 2003-2007. Todo se debe a una sentencia del TSJC que condenó al consistorio a pagar un justiprecio por una expropiación superior al valor que previamente había fijado el Jurado Provincial de Expropiación Forzosa. Es un pleito de 2004, con sentencia en 2007, que por una negligencia de los servicios jurídicos municipales no se notificó como recibida y acatada en tiempo y forma, lo que condujo a que el alto tribunal condenara a la institución a pagar una multa de 1.500 euros. De una vez y al consistorio, según la versión oficial divulgada este miércoles desde la Alcaldía. ¿Se imaginan a un alcalde pagando de su bolsillo durante mandato y medio una expropiación de 180.000 euros que, por cierto, se produjo en el periodo anterior? ¿Está Jerónimo a la escucha, cambio?
Menuda calentura la que se ha cogido el alcalde de Telde con el periódico La Provincia tras la publicación de una noticia en la que se le atribuye la titularidad de una condena judicial por la que habría de estar pagando, durante no se sabe muy bien cuánto tiempo, la cantidad de 1.500 euros cada veinte días. Un Potosí, se podrán imaginar, si fuera verdadera la sentencia en cuestión, cuya estrambótica interpretación informativa el alcalde teldense atribuye a esa perniciosa campañita que algún empresario y algún aficionado a la política le tienen montada con el fin de que se eche a un lado y se propicie el regreso de los salteadores de camino que devastaron al Ayuntamiento en el periodo 2003-2007. Todo se debe a una sentencia del TSJC que condenó al consistorio a pagar un justiprecio por una expropiación superior al valor que previamente había fijado el Jurado Provincial de Expropiación Forzosa. Es un pleito de 2004, con sentencia en 2007, que por una negligencia de los servicios jurídicos municipales no se notificó como recibida y acatada en tiempo y forma, lo que condujo a que el alto tribunal condenara a la institución a pagar una multa de 1.500 euros. De una vez y al consistorio, según la versión oficial divulgada este miércoles desde la Alcaldía. ¿Se imaginan a un alcalde pagando de su bolsillo durante mandato y medio una expropiación de 180.000 euros que, por cierto, se produjo en el periodo anterior? ¿Está Jerónimo a la escucha, cambio?