Si es por monumentos, era el tercero

El discurso pronunciado este miércoles por Pilar Vera ante las autoridades civiles y militares presentes en el acto no dejó mucho lugar a las dudas. Ya se veía venir por la mañana, cuando declaraba en El Correíllo, de CANARIAS AHORA RADIO, que le había parecido muy mal la actitud del anterior alcalde, Jerónimo Saavedra, de pasar por el depósito de cadáveres instalado aquel agosto de 2008 en el Ifema y luego, a su juicio, desentenderse de las víctimas. Tal desentendimiento consistió, que sepamos, en organizar junto al Cabildo de Gran Canaria, entonces presidido por José Miguel Pérez, el traslado de los cadáveres a la isla, recibirlos en el aeropuerto (Saavedra no acudió por encontrarse indispuesto), organizar los velatorios, el funeral de Estado, los sepelios, proporcionar asistencia psicológica a los familiares de las víctimas, abrir dos oficinas de atención a los afectados, en el Cabildo y en la Delegación del Gobierno... Y si el llanto silencioso de los familiares era por la falta de un monumento como el inaugurado este miércoles por los dirigentes del PP, baste recordar que se trata del tercero, que ya existe uno en el Parque Juan Carlos I de Madrid y otro en La Puntilla, de Las Palmas de Gran Canaria, inaugurado este último el 20 de agosto de 2010, cuando se cumplía el segundo aniversario de la tragedia. “Tuvieron que celebrarse unas elecciones y ganarlas el PP”, dijo Vera, “para que por fin se acordaran de las víctimas”. Elocuente.

El discurso pronunciado este miércoles por Pilar Vera ante las autoridades civiles y militares presentes en el acto no dejó mucho lugar a las dudas. Ya se veía venir por la mañana, cuando declaraba en El Correíllo, de CANARIAS AHORA RADIO, que le había parecido muy mal la actitud del anterior alcalde, Jerónimo Saavedra, de pasar por el depósito de cadáveres instalado aquel agosto de 2008 en el Ifema y luego, a su juicio, desentenderse de las víctimas. Tal desentendimiento consistió, que sepamos, en organizar junto al Cabildo de Gran Canaria, entonces presidido por José Miguel Pérez, el traslado de los cadáveres a la isla, recibirlos en el aeropuerto (Saavedra no acudió por encontrarse indispuesto), organizar los velatorios, el funeral de Estado, los sepelios, proporcionar asistencia psicológica a los familiares de las víctimas, abrir dos oficinas de atención a los afectados, en el Cabildo y en la Delegación del Gobierno... Y si el llanto silencioso de los familiares era por la falta de un monumento como el inaugurado este miércoles por los dirigentes del PP, baste recordar que se trata del tercero, que ya existe uno en el Parque Juan Carlos I de Madrid y otro en La Puntilla, de Las Palmas de Gran Canaria, inaugurado este último el 20 de agosto de 2010, cuando se cumplía el segundo aniversario de la tragedia. “Tuvieron que celebrarse unas elecciones y ganarlas el PP”, dijo Vera, “para que por fin se acordaran de las víctimas”. Elocuente.