El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Movimientos en La Caja
Acabó, de momento, la reestructuración del equipo directivo de la Caja Insular de Ahorros de Canarias, con la salida de tres de sus ejecutivos, precisamente los que llegaron a la entidad investidos de fichajes de ensueño para colocar a la entidad en posición competitiva. La delicada situación de crisis financiera global y la conveniente prudencia con la que han de abordarse relevos en las cúpulas bancarias, aconsejaron a La Caja poner sordina a tres despidos muy sonados que respondieron a unos comportamientos inadecuados de los afectados. Uno apareció un día con un ático adquirido en una promoción inmobiliaria de la entidad; otro decidió meterse a empresario de energías renovables y compró placas fotovoltaicas al mismo proveedor con el que la entidad había hecho negocio. Un tercero no esperó siquiera un mes de gracia para incorporarse, al día siguiente de su despido, a la empresa con la que no guardó las reglamentarias medidas de prudencia bancaria.
Acabó, de momento, la reestructuración del equipo directivo de la Caja Insular de Ahorros de Canarias, con la salida de tres de sus ejecutivos, precisamente los que llegaron a la entidad investidos de fichajes de ensueño para colocar a la entidad en posición competitiva. La delicada situación de crisis financiera global y la conveniente prudencia con la que han de abordarse relevos en las cúpulas bancarias, aconsejaron a La Caja poner sordina a tres despidos muy sonados que respondieron a unos comportamientos inadecuados de los afectados. Uno apareció un día con un ático adquirido en una promoción inmobiliaria de la entidad; otro decidió meterse a empresario de energías renovables y compró placas fotovoltaicas al mismo proveedor con el que la entidad había hecho negocio. Un tercero no esperó siquiera un mes de gracia para incorporarse, al día siguiente de su despido, a la empresa con la que no guardó las reglamentarias medidas de prudencia bancaria.