Nueva condena a Radio Aventura

Hay demandas y demandas, como se podrán imaginar. Las hay cumpliditas, de esas que te puede colocar José Miguel Suárez Gil aduciendo que él no ha hecho un chanchullo en su vida. Y luego las hay que tienen su origen en comentarios zafios, horteras e insultantes, como los que comúnmente larga por esa boquita que la naturaleza le ha dado al director de una radio teldense que se llama Radio Aventura. El vocero en cuestión se llama Carmelo Martín, que un día creyó que el hecho físico de tener un micrófono delante le otorgaba derecho a insultar a todo el mundo. Y se puso a tal tarea con tan mala fortuna que le han ido cayendo una tras otra unas cuantas sentencias condenatorias por pasarse tres pueblos y llegar mismamente hasta Valleseco. Le acaba de caer la enésima.

Hay demandas y demandas, como se podrán imaginar. Las hay cumpliditas, de esas que te puede colocar José Miguel Suárez Gil aduciendo que él no ha hecho un chanchullo en su vida. Y luego las hay que tienen su origen en comentarios zafios, horteras e insultantes, como los que comúnmente larga por esa boquita que la naturaleza le ha dado al director de una radio teldense que se llama Radio Aventura. El vocero en cuestión se llama Carmelo Martín, que un día creyó que el hecho físico de tener un micrófono delante le otorgaba derecho a insultar a todo el mundo. Y se puso a tal tarea con tan mala fortuna que le han ido cayendo una tras otra unas cuantas sentencias condenatorias por pasarse tres pueblos y llegar mismamente hasta Valleseco. Le acaba de caer la enésima.