Odiosas comparaciones

Claro que puestos a comparar un proceso de despido como éste con el primero que tuvo que afrontar la era González, la cosa se torna parecida al símil del huevo y la castaña. Despedir en su momento a Sabino López costó un ojo de la cara (y la yema del otro) a la entidad, si bien es cierto que el ex director general, hoy en el Celta de Vigo, llevaba en el puesto seis años, y la veteranía es un grado. Torres llevaba sólo seis meses y pico, lo que sin embargo, no parece ser obstáculo, óbice o valladar para que sus representantes ya acudieran este martes a abrir las negociaciones. Algo se ha filtrado del tamaño del contrato del caballero, del que se cuentan interesantes cantidades (menores que las de Sabino) y otros estímulos que no estamos en condiciones de revelar aún. Sólo nos queda desear suerte a ambas partes en la negociación, pero teniendo en cuenta que del lado de la UD Las Palmas está alguien que ya despidió a Torres de otros destinos empresariales, la cosa se plantea reñida.

Claro que puestos a comparar un proceso de despido como éste con el primero que tuvo que afrontar la era González, la cosa se torna parecida al símil del huevo y la castaña. Despedir en su momento a Sabino López costó un ojo de la cara (y la yema del otro) a la entidad, si bien es cierto que el ex director general, hoy en el Celta de Vigo, llevaba en el puesto seis años, y la veteranía es un grado. Torres llevaba sólo seis meses y pico, lo que sin embargo, no parece ser obstáculo, óbice o valladar para que sus representantes ya acudieran este martes a abrir las negociaciones. Algo se ha filtrado del tamaño del contrato del caballero, del que se cuentan interesantes cantidades (menores que las de Sabino) y otros estímulos que no estamos en condiciones de revelar aún. Sólo nos queda desear suerte a ambas partes en la negociación, pero teniendo en cuenta que del lado de la UD Las Palmas está alguien que ya despidió a Torres de otros destinos empresariales, la cosa se plantea reñida.