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Paco González se emperra en no pagar

Y mientras se desatasca la política interna de a Gran Canaria ni agua, en Mogán nos encontramos con otra de nuestras musas que anda, más o menos, en lo mismo o peor. Paco González, alcalde e hijo de alcalde con calle y todo, está emperrado en no pagar por sus santos bemoles, la ya famosa sentencia de los Valerones, que obliga al ayuntamiento que tan noblemente preside este prócer del PP a soltar cuatro millones de euros por unos terrenos expropiados de mala manera. Del pleno municipal de este semana ya informamos en su momento, pero se nos quedó en el tintero trazar ese deje paquirrinista de a mí me las den todas que tanto gusta al alcalde hacer gala ante sus concejales. Propios y opositores. Mogán, decimos, va a hacer todo lo posible por no pagar a la familia expropiada, mediante un recurso extraordinario de revisión presentado ante el Supremo -guárdenle una cría-, pero en su descarga verborreica plenaria, al alcalde no le dio por otra cosa que contradecir a su propio interventor, cuando aseguró, henchido, que era capaz de afrontar el pago de las nóminas e incluso a proveedores haciendo frente al coste de la sentencia. Y eso que el Ayuntamiento de Mogán se declaraba en ese mismo pleno en inestabilidad presupuestaria mediante informe formal de su Intervención, a causa de la sentencia de marras. Que si no, reparte el hombre billetes de 30 euros por todo Arguineguín.

Y mientras se desatasca la política interna de a Gran Canaria ni agua, en Mogán nos encontramos con otra de nuestras musas que anda, más o menos, en lo mismo o peor. Paco González, alcalde e hijo de alcalde con calle y todo, está emperrado en no pagar por sus santos bemoles, la ya famosa sentencia de los Valerones, que obliga al ayuntamiento que tan noblemente preside este prócer del PP a soltar cuatro millones de euros por unos terrenos expropiados de mala manera. Del pleno municipal de este semana ya informamos en su momento, pero se nos quedó en el tintero trazar ese deje paquirrinista de a mí me las den todas que tanto gusta al alcalde hacer gala ante sus concejales. Propios y opositores. Mogán, decimos, va a hacer todo lo posible por no pagar a la familia expropiada, mediante un recurso extraordinario de revisión presentado ante el Supremo -guárdenle una cría-, pero en su descarga verborreica plenaria, al alcalde no le dio por otra cosa que contradecir a su propio interventor, cuando aseguró, henchido, que era capaz de afrontar el pago de las nóminas e incluso a proveedores haciendo frente al coste de la sentencia. Y eso que el Ayuntamiento de Mogán se declaraba en ese mismo pleno en inestabilidad presupuestaria mediante informe formal de su Intervención, a causa de la sentencia de marras. Que si no, reparte el hombre billetes de 30 euros por todo Arguineguín.