El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Pareja encolerizado
No se pueden imaginar ustedes cómo se puso el otro día en la cola del supermercado el diputado socialista por el tercio de Izquierda Socialista Luis Pareja, a la sazón asesor electoral del potencial candidato Juan Carlos Alemán. Ocurrió en el Supersol Selección, de la calle Juan XXIII de Las Palmas, cuando el diputado se disponía a pagar su compra. Pidió que se la acercaran a casa y la dependienta le dijo que lo sentía, pero que el repartidor ya se había mandado a mudar. Y se nos disparó el diputado: que si usted no sabe quién soy yo [vaya si lo saben ya en el súper], que si a mí usted nunca me ha gustado [ella nunca ha estado encantada de conocerle], que si yo conozco a sus jefes [y ella]. La pobre dependienta no sabía que hacer, así que llamó a la encargada y ésta mandó a un propio que le acercara la compra de su señoría a su casa. Lo de comprar en un sitio selecto es comprensible, pero lo de tratar al personal con tan buen rollito, como que no. Siempre ganando amigos, a ver si algún día pueden ganar las elecciones.
No se pueden imaginar ustedes cómo se puso el otro día en la cola del supermercado el diputado socialista por el tercio de Izquierda Socialista Luis Pareja, a la sazón asesor electoral del potencial candidato Juan Carlos Alemán. Ocurrió en el Supersol Selección, de la calle Juan XXIII de Las Palmas, cuando el diputado se disponía a pagar su compra. Pidió que se la acercaran a casa y la dependienta le dijo que lo sentía, pero que el repartidor ya se había mandado a mudar. Y se nos disparó el diputado: que si usted no sabe quién soy yo [vaya si lo saben ya en el súper], que si a mí usted nunca me ha gustado [ella nunca ha estado encantada de conocerle], que si yo conozco a sus jefes [y ella]. La pobre dependienta no sabía que hacer, así que llamó a la encargada y ésta mandó a un propio que le acercara la compra de su señoría a su casa. Lo de comprar en un sitio selecto es comprensible, pero lo de tratar al personal con tan buen rollito, como que no. Siempre ganando amigos, a ver si algún día pueden ganar las elecciones.