El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Pene
El pasado mes de marzo tuvimos que soportar en este periódico un chorreo de críticas y de insultos tras la publicación de un artículo de opinión del periodista Ignacio Viciana, hoy en labores de gestión política en el Ayuntamiento de La Laguna, sobre la polémica suscitada alrededor de la declaración ante la justicia del exconcejal socialista de esa Corporación Javier Abreu. En su artículo, Viciana se mofaba abiertamente de las declaraciones que Abreu hizo a la salida de los juzgados de la ciudad, y más concretamente de su anuncio de que iba a ver si encontraba en su casa un pendrive en el que, supuestamente, debería estar registrada una conversación telefónica que él habría tenido con el actual concejal (y ahora senador socialista) Santiago Pérez. Esa conversación, supuestamente registrada en ese pendrive, vendría a ser la prueba definitiva de las presiones que Abreu habría sufrido por parte de Pérez para que colaborara en la investigación del caso Reparos en la línea de agravar las acusaciones que pesan contra el exalcalde de esa misma ciudad Fernando Clavijo.
En uno de los pasajes de ese artículo, Viciana especulaba con que Abreu ya habría encontrado el famoso pendrive pero que en su interior lo que realmente encontraría el juez instructor sería una película pornográfica, y específicamente una escena en la que se vería “un pene de gigantescas dimensiones, que ocupaba la pantalla casi completa, con una chica de muy buen ver al fondo”.
El comentarista político regional Paco Pomares rápidamente fijó la estrategia a seguir por Coalición Canaria y por sus medios afines: calificar esa mención a un pene gigantesco junto a una mujer como un ataque homófobo hacia Javier Abreu, haciendo expresa mención a la condición homosexual del presuntamente ofendido. Los nacionalistas y algunas personas de muy estricta moral se tomaron en serio el argumentario de Pomares y, a partir de ese momento, nos cayeron las críticas y los insultos.
Inmediatamente, Coalición Canaria y el Partido Popular se conjuraron en el Ayuntamiento de La Laguna para reprobar a Ignacio Viciana, gerente de la empresa pública de Urbanismo (Muvisa) por “sus comentarios homófobos”. La correspondiente moción llegó al pleno de la Corporación este mismo jueves, pero llegó desinflada, sin la más mínima mención a lo que había sido el ataque principal al autor del artículo y a este periódicio: que somos unos homófobos.
La moción, de la que se retiró el PP, venía a reprobar a Viciana por haber escrito un artículo con expresiones “de mal gusto”, seguramente por escribir la palabra pene, o -vaya usted a saber- por hablar de un pene “de gigantescas dimensiones”. Allá cada cual con sus cosas.
La polémica encendió a algunas personas preocupadas por la utilización de esa expresión, “pene de gigantescas dimensiones”.
Muy pronto, el guardián de las esencias a este lado de la reserva espiritual de occidente, el honorable diputado Díaz-Estébanez, de Coalición Canaria, nos dedicó un cariñoso tuit : “Y cuando creía que ”el cupo de repugnancia“ ya estaba sobradamente colmado con los ”sueños húmedos“ de Arriaga, alguien que lo consigue superar con creces: un artículo infame de un supuesto periodista a sueldo (y muy bien pagado) en el habitual POR (Panfleto Oficial del Régimen)”
El periodista Octavio Caraballo, que ha ejercido como jefe de prensa y diversos cargos institucionales con Coalición Canaria, nos dedicó esta coplilla: “Homófobos que publican en diarios que son una referencia para la comunidad #LGTBIQ para desacreditar a una persona por ser homosexual”. Seguro que el bueno de Octavio no se había leído el artículo, porque de haberlo hecho, no habría opinado así. Él sabe perfectamente lo que es desacreditar a alguien por su condición sexual.
Sergio Alonso, el concejal que este jueves debía haber defendido la moción en el Ayuntamiento de La Laguna, que se rajó para no hacer el ridículo después de tantas idas y venidas, escribió en la misma red social: “El periodista @nachoviciana a sueldo de @sparezlaguna en #muvisa como consejero delegado, destila con desesperación, homofobia viejuna, intentando caricaturizar una investigación judicial. Seguro que #idaira_afonso sale al quite reprobándole y exigiendo su cese. Seguro”.
Hermano del inefable Carlos Alonso, ambos de Coalición Canaria, este concejal de La Laguna ni siquiera se presentó al pleno y dejó encargado a una concejala de su partido que defendiera la retirada de la moción de reprobación, introduciendo, eso sí, una apostilla en nombre de Javier Abreu según la cual el ofendido pedía esa retirada por la poca unanimidad mostrada por la oposición para defenderle. Alonso no se constituyó en el pleno alegando motivos laborales, pero es profesor de Universidad y tiene derecho a los permisos correspondientes para asistir su trabajo como representante público. En realidad, lo que trataba de evitar, como sus compañeros de CC, que se ausentaron de la sesión tras la orden de su portavoz, el exalcalde Díaz, era el debate de una moción condenada al fracaso y al revolcón dialéctico porque su recorrido de infamias y de mierda se había acabado hacía tiempo.
Que Coalición Canaria se haya quedado sola en la defensa de este exconcejal socialista contribuye a acrecentar la certeza de que solo le interesa a ese partido, de momento y por muy concretas cuestiones, como la de intentar echar toda la basura posible sobre Santiago Pérez, el denunciante del caso Las Teresitas, del caso Grúas y ahora, del molesto caso Reparos. En cuanto se demuestre que no tiene nada, que no hay ni una sola prueba de las acusaciones que ha vertido, la cobertura se acabará. Y a este no le van a traer a Choclán para que lo defienda.
El pasado mes de marzo tuvimos que soportar en este periódico un chorreo de críticas y de insultos tras la publicación de un artículo de opinión del periodista Ignacio Viciana, hoy en labores de gestión política en el Ayuntamiento de La Laguna, sobre la polémica suscitada alrededor de la declaración ante la justicia del exconcejal socialista de esa Corporación Javier Abreu. En su artículo, Viciana se mofaba abiertamente de las declaraciones que Abreu hizo a la salida de los juzgados de la ciudad, y más concretamente de su anuncio de que iba a ver si encontraba en su casa un pendrive en el que, supuestamente, debería estar registrada una conversación telefónica que él habría tenido con el actual concejal (y ahora senador socialista) Santiago Pérez. Esa conversación, supuestamente registrada en ese pendrive, vendría a ser la prueba definitiva de las presiones que Abreu habría sufrido por parte de Pérez para que colaborara en la investigación del caso Reparos en la línea de agravar las acusaciones que pesan contra el exalcalde de esa misma ciudad Fernando Clavijo.
En uno de los pasajes de ese artículo, Viciana especulaba con que Abreu ya habría encontrado el famoso pendrive pero que en su interior lo que realmente encontraría el juez instructor sería una película pornográfica, y específicamente una escena en la que se vería “un pene de gigantescas dimensiones, que ocupaba la pantalla casi completa, con una chica de muy buen ver al fondo”.