El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un potaje de Guinnes
Nunca un potaje será tan famoso. Nos referimos al de San Bartolomé de Tirajana, donde se combinan, como saben, los más variados ingredientes de plato tan particular, a la par que rico en propiedades. Plato de cuchara, debemos añadir, que es eficaz instrumento donde los haya para mejor arrepañar esos ricos elementos que, o bien flotan dentro del plato, o bien se amasan con la ayuda de la mejor argamasa comestible del mundo, el gofio. Hay diversas modalidades de potaje, en función del ingrediente principal. Pero aún dentro de cada una de ellas, cada maestrillo tiene su librillo. El que se cuece en San Bartolomé es de berros y, teóricamente, ha de dar de comer a 50.000 personas. Todo el compango habrá de meterse en un caldero de cuatro metros de diámetro por un metro de fondo, con capacidad para 10.000 litros. Ha sido fabricado, el caldero, en acero inoxidable en los talleres Bengozarra, de Gernika, y llegará este lunes al puerto de La Luz. Cocineros procedentes de cincuenta países del mundo cocinarán este potaje, con el que se pretende entrar en el libro de los récords. Del otro potaje ya les seguiremos hablando otro día.
Nunca un potaje será tan famoso. Nos referimos al de San Bartolomé de Tirajana, donde se combinan, como saben, los más variados ingredientes de plato tan particular, a la par que rico en propiedades. Plato de cuchara, debemos añadir, que es eficaz instrumento donde los haya para mejor arrepañar esos ricos elementos que, o bien flotan dentro del plato, o bien se amasan con la ayuda de la mejor argamasa comestible del mundo, el gofio. Hay diversas modalidades de potaje, en función del ingrediente principal. Pero aún dentro de cada una de ellas, cada maestrillo tiene su librillo. El que se cuece en San Bartolomé es de berros y, teóricamente, ha de dar de comer a 50.000 personas. Todo el compango habrá de meterse en un caldero de cuatro metros de diámetro por un metro de fondo, con capacidad para 10.000 litros. Ha sido fabricado, el caldero, en acero inoxidable en los talleres Bengozarra, de Gernika, y llegará este lunes al puerto de La Luz. Cocineros procedentes de cincuenta países del mundo cocinarán este potaje, con el que se pretende entrar en el libro de los récords. Del otro potaje ya les seguiremos hablando otro día.