Y el PSC, también

Lo que les contamos en nuestra edición de este lunes sobre lo que viene pasando con las clínicas privadas canarias no es nuevo. Arranca de la época en que éramos territorio Insalud y mandaba el PSOE, y si hay protectorado para la gente de ATI, un sector del socialismo canario también disfruta de ciertas ventajas procedentes del grupo que preside Pedro Luis Cobiella. Recuerden, si no, la que se armó en el interior del PSC cuando se iba a adjudicar la clínica de Meloneras: mientras la nomenklatura insular, con Jerónimo Saavedra al frente, apostaba firmemente por otorgar esa concesión al empresariado grancanario, desde Tenerife alguien apoyaba a Pilar Grande para que a su vez echara una manita para que ganara alguna de las otras dos ofertas, que a la postre venían a ser la misma cosa, pero camuflada. O sea, que no hay que mirar sólo para ATI (y CC) cuando se habla en Canarias de privilegios para la sanidad privada, si bien es ése partido quien se lleva la palma. Y todo Tenerife, para qué vamos a engañarnos.

Lo que les contamos en nuestra edición de este lunes sobre lo que viene pasando con las clínicas privadas canarias no es nuevo. Arranca de la época en que éramos territorio Insalud y mandaba el PSOE, y si hay protectorado para la gente de ATI, un sector del socialismo canario también disfruta de ciertas ventajas procedentes del grupo que preside Pedro Luis Cobiella. Recuerden, si no, la que se armó en el interior del PSC cuando se iba a adjudicar la clínica de Meloneras: mientras la nomenklatura insular, con Jerónimo Saavedra al frente, apostaba firmemente por otorgar esa concesión al empresariado grancanario, desde Tenerife alguien apoyaba a Pilar Grande para que a su vez echara una manita para que ganara alguna de las otras dos ofertas, que a la postre venían a ser la misma cosa, pero camuflada. O sea, que no hay que mirar sólo para ATI (y CC) cuando se habla en Canarias de privilegios para la sanidad privada, si bien es ése partido quien se lleva la palma. Y todo Tenerife, para qué vamos a engañarnos.