El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Regalos y ubicaciones
Se preguntarán ustedes qué hace el concejal del distrito VII (Escaleritas) pagando un guateque de Carnaval. Es sencillo, la nueva presidenta de los diseñadores, Mari Padrón, vive en Escaleritas. Así que, venga, a pagar 250 cubiertos, que toca ahora y no los anteriores tres años. Pero seguimos. Estaban todos y todas, además del séquito normal de Pepa para estas ocasiones. Algunos no encajaron con deportividad el lugar en que se les sentó, como Alberto Trujillo, al que rodeaban Tita, Carmencita, Juan El Pionero, Ginés y Paco Mario. No acudió Ma-Manolo García, que anda pachucho, pero que mandó un ejemplar de su Cho Juá de Oro para Paco Mario, la voz del último carnaval, al que se le entregó, además, una placa. Pero hubo más regalos pagados por el Ayuntamiento, como un ejemplar para cada uno de los 250 invitados del libro Las Palmas de Gran Canaria, retrato de una ciudad y un compact disc con el cartel del último carnaval y música festiva. Con tarjeta de Luzardo, claro. Y un augurio, lapsus, despiste (táchese lo que no proceda) de la candidata: dijo que piensa seguir en contacto con el Carnaval desde la Alcaldía “si me salen bien las elecciones”. Luego, ¿y si le salen mal?, ¿pasará un kilo del Carnaval?, ¿llevará el asunto como fiel y leal oposición?, ¿se disfrazará de Soria?
Se preguntarán ustedes qué hace el concejal del distrito VII (Escaleritas) pagando un guateque de Carnaval. Es sencillo, la nueva presidenta de los diseñadores, Mari Padrón, vive en Escaleritas. Así que, venga, a pagar 250 cubiertos, que toca ahora y no los anteriores tres años. Pero seguimos. Estaban todos y todas, además del séquito normal de Pepa para estas ocasiones. Algunos no encajaron con deportividad el lugar en que se les sentó, como Alberto Trujillo, al que rodeaban Tita, Carmencita, Juan El Pionero, Ginés y Paco Mario. No acudió Ma-Manolo García, que anda pachucho, pero que mandó un ejemplar de su Cho Juá de Oro para Paco Mario, la voz del último carnaval, al que se le entregó, además, una placa. Pero hubo más regalos pagados por el Ayuntamiento, como un ejemplar para cada uno de los 250 invitados del libro Las Palmas de Gran Canaria, retrato de una ciudad y un compact disc con el cartel del último carnaval y música festiva. Con tarjeta de Luzardo, claro. Y un augurio, lapsus, despiste (táchese lo que no proceda) de la candidata: dijo que piensa seguir en contacto con el Carnaval desde la Alcaldía “si me salen bien las elecciones”. Luego, ¿y si le salen mal?, ¿pasará un kilo del Carnaval?, ¿llevará el asunto como fiel y leal oposición?, ¿se disfrazará de Soria?