¿Lo sabía Jorge Rodríguez?

¿Sabía Miguel Concepción que su compañía aérea, Islas Airways, habitualmente metida en dificultades económicas, estaba operando de la manera que se recoge en las denuncias que investiga el Ministerio de Fomento? Más concretamente, ¿quién dentro de Islas Airways diseñó y/o ejecutó esa política de presunto fraude para obtener unos ingresos adicionales del Estado que podrían alcanzar casi los 10 millones de euros? Por lo que hemos podido averiguar, un responsable ejecutivo de la compañía que ejerció como director comercial y de marketing en algunos de los años ahora en investigación es el actual diputado autonómico por el PP Jorge Rodríguez, imputado por tráfico de influencias en el caso Faycán, en estos momentos pendiente de juicio. Nada hace sospechar que el señor Rodríguez diseñara la operación presuntamente fraudulenta por la que se birlaron a las arcas públicas esos nada despreciables millones de euros, pero todo apunta a que sería imposible que ignorara tales prácticas de esa compañía durante los años en que estuvo allí trabajando (desde 2008 a 2011) y consiguiendo interesantes contratos con la Administración autonómica, entonces en las siempre generosas manos de su partido, el PP.

¿Sabía Miguel Concepción que su compañía aérea, Islas Airways, habitualmente metida en dificultades económicas, estaba operando de la manera que se recoge en las denuncias que investiga el Ministerio de Fomento? Más concretamente, ¿quién dentro de Islas Airways diseñó y/o ejecutó esa política de presunto fraude para obtener unos ingresos adicionales del Estado que podrían alcanzar casi los 10 millones de euros? Por lo que hemos podido averiguar, un responsable ejecutivo de la compañía que ejerció como director comercial y de marketing en algunos de los años ahora en investigación es el actual diputado autonómico por el PP Jorge Rodríguez, imputado por tráfico de influencias en el caso Faycán, en estos momentos pendiente de juicio. Nada hace sospechar que el señor Rodríguez diseñara la operación presuntamente fraudulenta por la que se birlaron a las arcas públicas esos nada despreciables millones de euros, pero todo apunta a que sería imposible que ignorara tales prácticas de esa compañía durante los años en que estuvo allí trabajando (desde 2008 a 2011) y consiguiendo interesantes contratos con la Administración autonómica, entonces en las siempre generosas manos de su partido, el PP.