Con Soria, en Binter, ¡qué gracia!

Pero cuando el vídeo alcanza momentos apoteósicos es cuando aparece en escena José Manuel Soria acompañando a su presidente nacional en el aeropuerto de Gran Canaria, donde se disponen a tomar un vuelo de Binter. Toda Canarias, y parte del extranjero sabe que Soria vuela como todo el mundo, siempre pagando sus trayectos en jet, sin premetidación ni alevosía (TSJC dixit), o, en su defecto, en religioso efectivo. Pero, volviendo al vídeo, observen cómo los ilustres aviadores toman una jardinera de Binter que va vacía, tan sólo ocupada por ellos y sus colaboradores. Verán también cómo son los primeros en entrar en el avión, antes que el resto del pasaje, y cómo ocupan los asientos de la parte delantera para no ser perturbados por el resto del pasaje, que cuando entra, ni los ve. Lo mismo ocurre al abandonar el avión: primero sale el pasaje y, a continuación, los que vuelan como el común. Juá.

Pero cuando el vídeo alcanza momentos apoteósicos es cuando aparece en escena José Manuel Soria acompañando a su presidente nacional en el aeropuerto de Gran Canaria, donde se disponen a tomar un vuelo de Binter. Toda Canarias, y parte del extranjero sabe que Soria vuela como todo el mundo, siempre pagando sus trayectos en jet, sin premetidación ni alevosía (TSJC dixit), o, en su defecto, en religioso efectivo. Pero, volviendo al vídeo, observen cómo los ilustres aviadores toman una jardinera de Binter que va vacía, tan sólo ocupada por ellos y sus colaboradores. Verán también cómo son los primeros en entrar en el avión, antes que el resto del pasaje, y cómo ocupan los asientos de la parte delantera para no ser perturbados por el resto del pasaje, que cuando entra, ni los ve. Lo mismo ocurre al abandonar el avión: primero sale el pasaje y, a continuación, los que vuelan como el común. Juá.