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Veremos cómo responde don Pepito

La deriva editorial del periódico El Día, que a nuestro juicio debería ser objeto de un análisis del Ministerio Fiscal por si estuviera vulnerando principios constitucionales, está dejando cada vez más aislado a su propietario y editor, José Rodríguez Ramírez, conocido en todos los ambientes políticos, empresariales, periodísticos y judiciales como don Pepito. Siendo respetable que reclame la independencia y la creación de la República Independiente de Canarias, incluso que se proclame padre contemporáneo de la patria guanche, no es de recibo que defienda sus principios llevándose por delante el debido respeto al ordenamiento jurídico y a las instituciones públicas e insultando a los que nos atrevemos a afearle tanta majadería continuada. Veremos cómo responde este lunes al editorial del Diario de Avisos, pero visto lo visto últimamente, cualquier cosa es posible. De momento, este fin de semana se dedicó a insultar gravemente a sus dos iconos de la temporada, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y el director de CANARIAS AHORA, Carlos Sosa. Del primero pretende su dimisión y su exilio, y del segundo que continúe con su segunda demanda civil de protección del honor y por intromisión en su intimidad. Este domingo cargó nuevamente contra el presidente Rivero, del que dijo que es “un político que explota en beneficio de sus familiares y allegados los bienes públicos que son de los canarios aunque se los estén llevando los españoles”. ¿Alguna prueba que avale tan contundentes afirmaciones? No, ninguna.

La deriva editorial del periódico El Día, que a nuestro juicio debería ser objeto de un análisis del Ministerio Fiscal por si estuviera vulnerando principios constitucionales, está dejando cada vez más aislado a su propietario y editor, José Rodríguez Ramírez, conocido en todos los ambientes políticos, empresariales, periodísticos y judiciales como don Pepito. Siendo respetable que reclame la independencia y la creación de la República Independiente de Canarias, incluso que se proclame padre contemporáneo de la patria guanche, no es de recibo que defienda sus principios llevándose por delante el debido respeto al ordenamiento jurídico y a las instituciones públicas e insultando a los que nos atrevemos a afearle tanta majadería continuada. Veremos cómo responde este lunes al editorial del Diario de Avisos, pero visto lo visto últimamente, cualquier cosa es posible. De momento, este fin de semana se dedicó a insultar gravemente a sus dos iconos de la temporada, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y el director de CANARIAS AHORA, Carlos Sosa. Del primero pretende su dimisión y su exilio, y del segundo que continúe con su segunda demanda civil de protección del honor y por intromisión en su intimidad. Este domingo cargó nuevamente contra el presidente Rivero, del que dijo que es “un político que explota en beneficio de sus familiares y allegados los bienes públicos que son de los canarios aunque se los estén llevando los españoles”. ¿Alguna prueba que avale tan contundentes afirmaciones? No, ninguna.