La pandemia de COVID-19 ha dado un nuevo aliento a los plásticos desechables que la Unión Europea y, con especial énfasis, el Gobierno de Canarias quieren eliminar del mercado para proteger el medioambiente. Las mascarillas y guantes protectores tienen una gran demanda, pero, más allá de los productos sanitarios, hay consumidores que han vuelto a los productos empaquetados, las bolsas de plástico y la comida para llevar buscando mayor protección contra el coronavirus.
Un informe de la empresa de reciclaje Ecoembes señala que desde el inicio del estado de alarma ha crecido en un 15 % los envases reciclables recogidos en los contenedores amarillos debido al “incremento del consumo dentro de los hogares como consecuencia del confinamiento”.
“Aún es temprano para evaluar el efecto global de la pandemia en el uso de plásticos porque ha crecido en unos sectores y caídos en otros, pero es verdad que se ha recurrido a los plásticos por una sensación de seguridad al tener los productos empaquetados y poder lavarlo adecuadamente con agua y lejía”, dice Nacho Fernández, vicepresidente de la ONG Canarias Libre de Plásticos.
Los lobbies del plástico han querido aprovechar la situación para defender sus envases de un solo uso. En una carta a la Comisión Europea, la patronal líder del sector en el continente, European Plastic Converters (EuPC), alega que “los plásticos de un solo uso no son fácilmente sustituibles, particularmente respecto a sus propiedades higiénicas para proteger a los consumidores”. Con esta carta, la industria pretendía que Bruselas retrasase “al menos un año” la entrada en vigor de la prohibición a partir del 3 de julio de 2021 de los plásticos de un solo uso.
Rethink Plastics, una coalición de ONGs europeas con el objetivo de crear un futuro libre de plásticos contaminantes, asegura que la petición de EuPC “no se apoya en bases científicas”. La coalición señala estudios que dicen que el SARS- CoV-2 puede mantenerse activo en superficies plásticas durante tres días y asegura que los contenedores de un solo uso no han demostrado ser más seguros que los reutilizables. Zero Waste Europe, otra coalición ecologista, envió también un comunicado a Bruselas diciendo que “debido a la manera en que gestionamos nuestros recursos, la del COVID-19 podría ser tan solo la primera de muchas crisis” y pidiendo a la Unión que “se mueva más rápido” hacia una economía circular.
La portavoz de la Comisión Europea en materias medioambientales, Vivian Loonela, ha respondido que “la posición de la Comisión es que las fechas impuestas por la ley de la UE deben respetarse”, según informa el periódico especializado en temas europeos Euractiv.
El objetivo que se marcó el Gobierno de Canarias a principio de legislatura era adelantarse a los plazos establecidos desde Europa, al igual que ya hizo Baleares, y eliminar los plásticos en la comunidad desde principios del próximo año. José Antonio Valbuena, el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, asegura a esta redacción que el Ejecutivo sigue trabajando con ese objetivo, aunque “tiene que ser fruto de negociación”.
Cuando Canarias anunció en marzo su plan de adelantarse al resto del continente, grupos de empresarios de supermercados, importadores e industriales del Archipiélago acusaron al Gobierno de actuar con “improvisación y muy poca planificación”. Los ecologistas de Canarias Libre de Plásticos, por otro lado, valoran la iniciativa regional porque “envía un mensaje al turista europeo de que aquí somos sostenibles” y dicen que, “en todo caso, llega tarde”.
El consejero Valbuena sostiene que actualmente no hay argumentos para que la crisis sanitaria modifique los planes del Gobierno respecto a la reducción de uso de plásticos. Reconoce que “la crisis sanitaria es totalmente novedosa y exige situaciones coyunturales”, pero asegura que “no hay ningún tipo de criterio en el ámbito de la salud en España y Canarias que mantenga un cambio en la materia”.
Otras regiones, como California, sí han dado marcha atrás en sus medidas medioambientales a causa de la crisis sanitaria. El estado norteamericano ha levantado su prohibición de dar bolsas de plástico sin cobrar en las tiendas. La ciudad de San Francisco ha ido más lejos, prohibiendo temporalmente las bolsas reutilizables.
Desde Canarias Libre de Plásticos, Fernández entiende que “cada uno tiene que hacer lo que le parezca conveniente para protegerse a sí mismo y a los suyos”, pero recomienda que se haga un “uso responsable” de los plásticos. Por ejemplo, evitando las grandes superficies, donde abundan los productos empaquetados y comprando a granel en el mercado, donde sólo el frutero toca los productos, reduciendo la necesidad de bolsas y guantes desechables.
Aunque la directiva europea y el proyecto canario prohíban el uso de productos plásticos desechables prescindibles o sustituibles, como bolsas, envoltorios y pajitas, los productos sanitarios como las mascarillas o los guantes no están incluidos. “Son elementos sanitarios y no pueden tener la misma consideración que el sobreempaquetamiento de productos en supermercados”, dice el consejero Valbuena. Sin embargo, recuerda que, una vez usados, estos productos no son reciclables y se deben tirar en el cubo de basura general en vez del reservado para los envases plásticos.