Canarias está cada vez más cerca de atesorar el primer Parque Nacional totalmente marino de toda España. Este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado la propuesta para otorgar al Mar de las Calmas, en el sur de El Hierro, la máxima protección del Estado. Delfines, tortugas, cachalotes y esponjas de cristal son algunas de las especies que conviven en estas más de 24.000 hectáreas, alejadas del turismo de masas y aisladas de los trayectos de grandes barcos que conectan el resto de las islas. El estilo de vida tradicional de los habitantes y los pescadores herreños también ha favorecido la conservación de este fondo marino.
La organización Oceana, impulsora de la iniciativa, valora de forma positiva la postura del Gobierno central: “Significa que hay una propuesta ya sólida para declarar este parque nacional, el primero marino que tendría España”. Michael Sealey, asesor senior de políticas ambientales de la entidad, insiste en que el Mar de las Calmas cuenta con valores ecológicos “muy dignos de conservar”. “Los herreños han sido muy cuidadosos en las formas de usar los recursos marinos. Eso ha favorecido la sostenibilidad del mar y que haya tanta riqueza. Es importante valorarlo para que los herreños sigan haciendo sus actividades tradicionales en cuanto se implemente el parque nacional”, apunta.
La iniciativa nació en 2017 y pasó años bloqueada. “En el proceso también pasó el COVID y hubo una pausa. También hubo algo de descoordinación en las comunicaciones y malentendidos, que desencadenaron en un poco de rechazo”, recuerda Sealey. Una de las confusiones principales está relacionada con el tipo de actividades que podrían desarrollarse en este enclave. “Algunas de las confusiones fue pensar que se va a prohibir la pesca completamente, pero se van a respetar los usos tradicionales del mar tradicional, así como la pesca de túnidos”, asegura el portavoz de Oceana.
“En Canarias, la pesca de túnidos es sostenible, con caña y de uno en uno. Eso puede ser compatible con la figura del parque nacional siempre que se gestione adecuadamente”, añade. Por el contrario, cualquier tipo de proceso industrial estaría prohibido, como la pesca industrial o la extracción de áridos y minerales. “También habrá un control de velocidad de las embarcaciones para salvaguardar a los cetáceos”, explica Sealey a este periódico.
La Agrupación Herreña Independiente (AHI), en la oposición, es una de las detractoras del parque. El partido ha cuestionado el interés de tener un parque marino en la isla. “¿Queremos un parque marino en El Hierro?”, ha planteado el diputado del Parlamento autonómico Raúl Acosta Armas. El político insiste en la importancia de conocer “qué prohibiciones comporta” y ha llegado a afirmar que la pesca deportiva o de autoconsumo “será una de las limitaciones”. Acosta también insiste en saber qué papel jugarán las administraciones locales en la gestión del parque.
Por su parte, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha insistido este martes en que este proyecto ha llevado un intenso trabajo para conciliar la máxima protección con las actividades tradicionales de la zona, con un “diálogo continuo con ayuntamientos, vecinos, pescadores, cabildo…”. Ahora, la propuesta pasará cuatro meses en exposición pública a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y las alegaciones y respuestas tendrán que ser incorporadas al expediente. El proceso hasta la catalogación podría prolongarse un año. Después, debe elaborarse el proyecto de ley que tendrá que ser debatido y aprobado en las Cortes.
Mientras que los parques nacionales terrestres o marítimo-terrestres son gestionados por las comunidades autónomas (a excepción de los situados en Castilla La Mancha), de acuerdo con la Ley 30/2014, de 3 de diciembre, de Parques Nacionales, este parque será gestionado por la Administración General del Estado, a través del Organismo Autónomo Parques Nacionales, por tratarse de aguas marinas bajo la soberanía nacional. Para ello será dotado de los recursos económicos y humanos necesarios que garanticen su gestión adecuada y permanente, tal y como han explicado a esta redacción fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.
Especies únicas
El apoyo del Consejo de Ministros es un “paso decisivo hacia el objetivo de proteger el 30% de nuestros mares y tierras para 2030”, ha valorado la directora ejecutiva de SEO/BirdLife. La organización subraya que las aguas de El Hierro albergan “comunidades biológicas únicas” como algas fotófilas, cuevas submarinas, cetáceos y tortugas marinas. También es un área clave para poblaciones de aves marinas como el águila pescadora, la pardela cenicienta o la pardela chica macaronésica, catalogada como una especie en peligro crítico.
El Mar de Las Calmas es un espacio único en el país. ''Hay que tener en cuenta que El Hierro tiene una plataforma continental muy estrecha y muy rápido llegamos a profundidades de más de 1.000 metros. Tenemos una gran variedad de especies a muy poca distancia de la costa'', insisten desde Oceana. En una expedición realizada en 2009 por la organización fueron identificados jardines de corales profundos únicos y esponjas de profundidades que sirven para filtrar y limpiar el agua. También transitan por el sur de El Hierro zifios, tiburones y rayas. “La semana pasada se vio un tiburón ballena. Al ser una isla alejada y con una temperatura más cálida, tiene una fauna y una flora única”, añaden.
En 2011, la vida en el Mar de Las Calmas se vio golpeada por la erupción del volcán submarino de Tagoro. Sin embargo, su recuperación fue rápida y, según informa Oceana, ha logrado mantener sus particularidades y su riqueza.
El presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas (PSOE), se ha mostrado siempre partidario de la creación de este parque nacional. “Con esta última propuesta está recogido más del 90% de las peticiones de El Hierro. El parque nacional marino será la guinda del compromiso que tiene la isla con la naturaleza y las renovables”, ha valorado este martes.
En esta línea, el portavoz de Oceana lamenta que el Gobierno de Canarias no se haya involucrado “un poco más”. “Toda la competencia la va a llevar el Ministerio [de Transición Ecológica] desde Madrid porque la iniciativa no incluye aguas interiores. Podrían quedarse fuera otros ecosistemas o hábitats dentro de la costa”, señalan.
Así, el Mar de Las Calmas se convertiría en el parque nacional número 17 del país y el quinto de Canarias, que ya cuenta con el Teide, en Tenerife; Timanfaya, en Lanzarote; la Caldera de Taburiente, en La Palma; y Garajonay, en La Gomera. Además, el Cabildo de Gran Canaria está trabajando para que se incluya en esta red la zona de Guguy.