Las microalgas se extienden por las costas canarias y recuerdan la mayor crisis del Gobierno de Clavijo en 2017
Canarias está experimentando este verano un nuevo episodio de proliferación de microalgas que recuerda al que se vivió en 2017 y que llevó al Gobierno regional de entonces, también presidido, como ahora, por Fernando Clavijo (Coalición Canaria), a una importante crisis de comunicación y política que casi causó la reprobación en el Parlamento regional de dos de sus consejeros.
Tras varios meses de presencia de estas manchas en las aguas isleñas, que obligaron al cierre de playas por todo el archipiélago y a la cancelación de numerosas actividades acuáticas aquel verano, la magnitud del fenómeno provocó una alarma social que el Gobierno no supo atajar. ¿Qué son?, ¿suponen algún peligro para la salud?, ¿tienen algo que ver con los vertidos?, ¿cuánto durará el fenómeno? y ¿qué las provoca? fueron algunas de las preguntas que se hizo entonces la ciudadanía canaria. El desconocimiento y la falta de información al respecto, especialmente la proveniente desde el propio Ejecutivo, fueron creciendo a medida que aparecían más manchas y se cerraban más playas en pleno agosto.
Las medidas tomadas por el Gobierno de Clavijo, que durante varias semanas negó que se tratase de una crisis, fueron, un año después, destinar casi medio millón de euros para investigar el seguimiento de floraciones de microalgas nocivas con el fin de desarrollar un modelo predictivo de este fenómeno en las Islas, algo que, por ahora, no se ha logrado.
Tras la crisis de las microalgas aquel verano, el Gobierno de Clavijo también destinó 1,2 millones de euros a la compra de dos embarcaciones patentadas por la empresa Ocean Cleaner, que pertenece actualmente al Grupo Newport, el mismo que pretendía construir los Estudios Dreamland junto al Parque Natural de las Dunas de Corralejo, en Fuerteventura. La finalidad de las dos embarcaciones era la de limpiar las costas canarias de microalgas, entre otras muchas funciones. Se trataba de dos embarcaciones de apenas 10 metros de eslora para actuar en todo el archipiélago.
“Los buques de la compañía, del Grupo Newport, pueden eliminar las grandes manchas de microalgas -tan presentes en Canarias durante el verano- en pocos días”, ha indicado la empresa este mismo lunes, 28 de agosto, después de semanas de manchas repartidas por todas las islas este 2023.
2023, otro verano lleno de manchas en las playas
Seis años después de la llamada crisis de las microalgas, las cianobacterias Trichodesmium erythreaum (como se las conoce por su nombre científico), han regresado a las costas del Archipiélago, con especial intensidad este agosto.
En las últimas semanas se han producido nuevas floraciones masivas, o blooms, en las islas de Tenerife, Gran Canaria, La Palma o Lanzarote, mientras que Fuerteventura y La Gomera registraron sucesos de esta índole semanas atrás.
El sur tinerfeño, más concretamente su costa sureste, se ha visto especialmente afectado en las últimas jornadas por las microalgas. El Ayuntamiento de Adeje recomendó no bañarse en las playas del municipio, así como evitar el contacto con estas masas en el agua y con los restos depositados en la arena por efecto de las mareas. También Arico realizó una recomendación similar a principios de mes. En la costa de Güímar han sido numerosas las jornadas en las que ha ondeado la bandera roja o la amarilla por la presencia de manchas en el agua. “Dicen que son microalgas y que no conviene bañarse”, comentaban los vecinos, que en plena ola de calor observaban el mar sin aventurarse a tocarlo.
Esa misma mancha se extendía hacia el sur afectando también al litoral de los municipios de Fasnia y Arico, pero también se vieron manchas en Santa Cruz de Tenerife, El Rosario y Candelaria, que también cerraron zonas de baño por este motivo. En la segunda semana del mes de agosto, Granadilla de Abona incluso prohibió el baño en toda su costa por la aparición de manchas en el mar, relacionadas, por supuesto, con las microalgas.
Algunas playas del sur grancanario también han experimentado este fenómeno en los últimos días: en concreto, una gran mancha en el mar hizo acto de presencia el pasado jueves entre la playa del Águila y la playa del Cura, según publicó Canarias 7. El bloom también llegó a la capital, con una gran mancha en Las Canteras.
En La Palma, el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane desaconsejó bañarse en las playas de El Remo y Charco Verde por este mismo hecho, al igual que lo hiciera el Ayuntamiento de Haría, en Lanzarote, con las zonas de baño de su municipio.
Las microalgas, un fenómeno habitual relacionado con el calor
No es la primera aparición importante que se produce en la costa del Archipiélago. En los años 2004 y 2011, además del episodio más notable en 2017, tuvieron lugar otras floraciones similares, las cuales, según indicó el Gobierno aquel verano, no están relacionadas con la existencia de vertidos de aguas residuales, sino con las condiciones meteorológicas. El aumento de la temperatura del mar y la ausencia de viento provocan el escenario idóneo para se desarrollo este fenómeno natural.
El catedrático de Ecología en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Javier Arístegui, uno de los mayores expertos en la materia, explicó semanas atrás a este periódico que la proliferación de microalgas es algo “casi recurrente todos los años”.
“Hay años un poco más fríos en los que ha habido menos, pero este en particular, se ha generado una anomalía de temperatura muy grande, probablemente influenciada por el proceso de El Niño del Océano Pacífico, que está dando lugar a episodios de calor intensos que afectan al mar”, afirma.
Microalgas, comunicación y turismo
Las microalgas, por tanto, ya no son desconocidas para los habitantes de las Islas y este verano su aparición no ha formado el enorme revuelo que ocasionó hace seis años y que provocó incluso la comparecencia urgente de los entonces consejeros de Sanidad, José Manuel Baltar, y Política Territorial, Nieves Lady Barreto, para informar de cómo estaba afectando la proliferación masiva de microalgas “a la salud pública” y “al medio ambiente marino”.
Ambos culparon a la oposición, a los medios de comunicación y a las redes sociales de la alarma social generada porque el Gobierno había “hecho lo correcto” y las medidas fueron “adecuadas y proporcionadas al riesgo”. Esta respuesta indignó a la oposición hasta el punto de que en los pasillos del Parlamento se llegó a comentar la posibilidad de presentar una reprobación conjunta a Baltar y Barreto.
Para algunos, la falta de información oficial acerca de estas manchas se debía a un intento de no dañar a la industria turística en las Islas. Así lo expuso entonces la Alternativa Nacionalista Canaria (ANC), sin representación en el Parlamento. Para esta formación no había “ninguna duda” de que el Gobierno canario “ocultó” información “para no afectar a los negocios de unos pocos, poniendo en riesgo la salud de miles de personas”.
“Los intereses de la industria turística -vinculada al saqueo del territorio, la sobreexplotación de los recursos naturales, como el agua, y la explotación laboral de mano de obra barata- está detrás de ese llamado al silencio de Clavijo y de la desinformación”, aseguró ANC aquel agosto de 2017.
La crisis no llegó a ser de salud pública, pero sí de gestión del fenómeno por parte del Gobierno, lo que causó, además de indignación, grandes críticas a los consejeros y al presidente Clavijo, máxime cuando su gabinete no prohibió el baño en las zonas afectadas mientras que sus técnicos y los del Banco Español de Algas confesaban públicamente que no se bañarían “por sentido común”.
¿Por qué en algunas playas se iza la bandera amarilla y en otras, la roja?
Ante la aparición de las microalgas, algunos municipios deciden izar la bandera amarilla y desaconsejar el baño, mientras que otros colocan primero la bandera roja y prohíben bañarse.
La Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario considera que ante una floración masiva “no está indicado el uso de la bandera roja” como advertencia ya que no habría “un grave riesgo para la vida humana”, puesto que el único efecto sobre la salud es una posible irritación de la piel. Por lo tanto, “la bandera adecuada es la amarilla”.
No obstante, la decisión de algunos municipios de izar en primera instancia la bandera roja tiene que ver con medidas preventivas hasta constatar que se trata de un fenómeno de microalgas y no de cualquier otro hecho de diferente índole, momento en el que pasan a elevar la bandera amarilla.
Recomendaciones ante la presencia de microalgas
Las recomendaciones de la Dirección General de Salud Pública a los ayuntamientos canarios ante la presencia de microalgas en la costa son:
- Abstenerse del baño en el área de la playa afectada y evitar el contacto con el material depositado en la arena.
- Evitar situarse a favor del viento para reducir la posible inhalación de aerosoles en la orilla.
- Para la práctica de deportes náuticos o cualquier otra actividad que suponga la inmersión, se deben vestir prendas de neopreno que impidan el contacto del agua con la piel y cuyas aberturas se ajusten bien para evitar la entrada del agua, ya que el atrapamiento de las microalgas entre la piel y la prenda aumenta el tiempo de contacto y los efectos.
- Tras el contacto con un bloom de microalgas, es necesario ducharse o enjuagarse abundantemente para retirar cualquier resto sobre la piel.
- Lavar y secar la ropa o material que haya entrado en contacto con el bloom.
- No se recomienda la organización de actividades lúdicas o deportivas en las playas afectadas por estos episodios.
- Instalar cartelería, megafonía o avisos a los usuarios de las playas que incluya la relación de consejos.
- Si se observa cualquier efecto sobre la salud tras la exposición a un bloom, acudir al médico.
También indica cómo identificar las floraciones masivas: “Es fácilmente identificable a simple vista, por las siguientes características: coloración anómala del agua con manchas de intensidad y color variables (naranja, pardo, marrón, verde azulado o blanquecino) y pérdida de transparencia; presencia de ”natas“, grumos o manchas en la superficie del agua, de color e intensidad variables y aspecto más o menos viscoso, oleoso o apariencia de serrín; a medida que las ”microalgas“ se descomponen puede aparecer un olor de intensidad variable y desagradable”.
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