Este miércoles Canarias Ahora lanzaba una encuesta para sondear la opinión de sus lectores respecto al proyecto de construcción de un cuarto puerto comercial en Tenerife, el Puerto de Fonsalía, en la costa suroeste de la isla. El proyecto cuenta con el respaldo de la mayoría del Parlamento canario, a excepción de Sí Podemos, así como del Cabildo de Tenerife y varios ayuntamientos de la isla, que defienden que mejorará la conectividad con las islas verdes (La Palma, La Gomera y El Hierro) y dará un respiro a la actividad en el puerto de Los Cristianos.
Sin embargo, Fonsalía está planificado en medio de una Zona de Especial Conservación (ZEC) por su riqueza ambiental, justo en un pequeño tramo de costa que quedó fuera de esa área demarcación. Además, se enclava en el que es ya el único santuario de ballenas de toda Europa, y tercero del mundo, después de Hervey Bay (Australia) y The Bluff (Sudáfrica). Se trata del frágil hábitat de numerosas especies de cetáceos, mamíferos marinos, peces y galápagos, como las tortugas verdes (en peligro de extinción) que abarca unos 22 kilómetros de largo, en el área que se extiende desde Punta El Fraile (Teno) a Punta Salema (Rasca, Las Galletas).
De nuevo, como ya ocurrió con el cercano puerto de Granadilla (prácticamente sin uso desde su inauguración), la defensa del desarrollo y los intereses económicos se enfrentan a la ecología y con quienes prefieren mantener inalterada esa parte de la costa isleña, que ya soporta una gran presión turística y, especialmente, de numerosas embarcaciones de recreo y de avistamiento, algunas sin licencia, de animales marinos. Entre los detractores del proyecto se defiende la idea de que una alternativa es darle uso, al fin, al puerto de Granadilla, cuya construcción también cosechó un amplió rechazo social y ahora languidece en la costa azotada por fuertes vientos que dificultan su operatividad.
En apenas 24 horas, la encuesta de Canarias Ahora ha recibido más de 1.400 votos, que arrojan un contundente resultado. El 81% opina que la infraestructura no es necesaria; mientras que el 13% tiene una posición intermedia y solo un 6% considera necesaria su construcción.
El Puerto de Fonsalía depende ahora del permiso de Costas, que deberá evaluar el impacto de un puerto comercial en el único santuario de ballenas de toda Europa.