Los recursos hídricos de Gran Canaria, en riesgo de desaparecer
Los recursos hídricos de Gran Canaria están agotándose de forma acelerada. Así lo ha advertido la Unión de Asociaciones de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria en un escrito enviado al Ministerio de Transición Ecológica. La grave situación hidrológica que vive la isla pone en peligro la seguridad, la alimentación y la supervivencia de la población en el territorio, apunta el presidente de la agrupación, Antonio Díaz Medina. La carta emitida a la ministra Teresa Ribera recoge que Gran Canaria es una de las más afectadas por el cambio climático y asegura que al menos un 80% de los vecinos de las medianías y la cumbre ha emigrado hacia otros puntos de la isla.
Esta será la principal consecuencia de la falta de agua de riego para la agricultura y la ganadería. Las asociaciones han lamentado que el campo esté abandonado y denuncia la inacción del Cabildo de Gran Canaria para establecer un presupuesto y un plan de actuación. “La inacción de las instituciones agrava y acelera el cambio climático en la isla”, apunta Díaz. Así, el texto insiste en que los acuíferos de Gran Canaria están sobreexplotados. Los acuíferos de Gran Canaria están sobreexplotados. Gran Canaria tiene una altitud de 1.950 metros sobre el nivel del mar y las aguas subterráneas se han quedado aproximadamente en los 700 metros sobre el nivel del mar. “Solo nos queda agua subterránea para dos décadas”.
A esta “dramática situación hidrológica” se suman los fuertes incendios que ha experimentado Gran Canaria en los últimos años. Desde el año 2000, se han quemado en la isla más de 33.428 hectáreas. “Ya no se infiltrarán al acuífero millones de litros de agua procedentes de la lluvia horizontal producida por los vientos alisios procedentes del mar”. En los últimos incendios acaecidos en verano de 2019 se dañaron 80.000 árboles y un importante porcentaje de cultivos de autoabastecimiento. También se han quemado zonas de pasto para unas 4.500 ovejas y cabras y han sido destruidas al menos 1.000 colmenas. También fueron dañadas infraestructuras hidráulicas, edificaciones agrícolas y unas 68 viviendas.
En este contexto, la Unión de Asociaciones de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria ha solicitado al Ministerio de Transición Ecológica que dote de agua pública de riego a los terrenos agrícolas y ganaderos de la cumbre y las medianías. Además, insta a acometer un proyecto de balsas y poner en producción las desoladoras de la costa para proveer de agua de riego a los agricultores de costa.
Las asociaciones demandan hacer respetar la ley de aguas, “que prioriza que el agua del campo se quede en el territorio por encima de los 300 metros sobre el nivel del mar”. Como los acuíferos están sobreexplotados y para asegurar la supervivencia de los gran canarios, “es necesario derogar urgentemente la Moratoria que privatiza el agua subterránea”. Por último han exigido declarar a Gran Canaria como zona sobreexplotada, figura contemplada en el Reglamento del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, para poder afrontar la recarga del acuífero.
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