Los cortometrajes Las gafas, de Alberto García Martín, y Rutina, de Sebastián Ávarez, se estrenan este martes en el Cine Víctor de Santa Cruz de Tenerife y este miércoles en el Multicines Monopol de Las Palmas de Gran Canaria. Para su producción, ambos filmes han contado con el apoyo de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, a través de la empresa pública Canarias Cultura en Red. Las proyecciones, abiertas al público, tendrán lugar a las 20.30 horas.
No es frecuente que los cortometrajistas consigan estrenar en pantalla grande sus obras. ¿Qué opinan de esta iniciativa y, en general, de la política cinematográfica de las corporaciones locales y regionales canarias?
Alberto Matín: Me parece un lujo que se estrenen y que se distribuyan de una manera organizada y seria. Es un apoyo que antes no había o por lo menos no con tanta fuerza. Quizás debiera extenderse un poco más, a más cortos, creando plataformas, conexiones entre los cortometrajistas, más proyectos, pero no sé, quizás es pedir demasiado y seamos nosotros los que debemos hacer más cosas juntos. En cuanto a la política cinematográfica canaria en general, con respecto a las ayudas y subvenciones pues creo que sucede como en la política cinematográfica nacional, a veces es justa y otras no tanto. Hay demasiado en juego cuando uno presenta un proyecto a una ayuda, yo creo que todos tenemos una especie de sensación de azar, aunque uno se esmere en escribir el mejor proyecto posible, quizás debiera haber una vía complementaria de exponer su proyecto no sólo por escrito, sino oralmente, por pitching, porque la letra es muy fría y no todo el mundo está capacitado para saber leer un guión o un proyecto.
Sebastián Álvarez: Es una iniciativa idónea. Es el pequeño oasis del productor de cortometrajes. Es posible que haya detractores, pero la realidad es que, poniendo un ejemplo, cualquier madrileño que se produzca un corto tendrá que pagar de su bolsillo los costes de un estreno y, en este caso, los canarios tenemos esta cobertura. Desde el punto de vista de un productor local, tendríamos que hablar de muchos temas (Canarias cultura en red, TVCA, de las tdt, de las Film Commissions, de formación ó del nuevo panorama fiscal relacionado con la r.ic. y el cine). Se han dado los primeros pasos pero queda mucho por hacer. Intentar aglutinar este panorama en pocas palabras es imposible, aunque sí me gustaría decir que desde la Asociación de Productoras Canarias, ACEPA, se está trabajando para hacer realidad un plan estratégico para que el libro blanco del audiovisual (donde se contemplan las políticas a llevar a cabo desde la visión de todos los implicados) se lleve a su fin y no quede solo como un plan de buenas intenciones.
¿Qué pretendía transmitir al público con su corto?
A.M.: Cuando uno habla de “transmitir” da una cierta sensación pedagógica, de una cierta vanidad con relación al público, como si uno estuviera por encima de éste y quiera que recojan su “mensaje”. Yo prefiero hablar de “comunicación”, de trasladar mi universo al público, de plasmarlo en imágenes y palabras. Esta historia, como muchas de las que concibo, deja las puertas abiertas a la interpretación de cada uno.
S. A: Realmente me interesaba contar de una manera lo mas universal posible un aspecto de la vida emocional común a toda la humanidad. El resto del discurso le corresponde al propio corto en su proyección
¿Reconoce influencias de otros directores u otras películas en su corto?
A.M: Creía estar muy influenciado por Jim Jarmusch y por el escritor Samuel Beckett cuando escribí y planifiqué visualmente el corto, y aunque siguen siendo referencias importantes para este corto, así como Woody Allen, al final el corto ha volado solo y ha encontrado su propio ritmo y su propia entidad. Pero esas referencias siguen estando ahí.
S. A: De manera definida no. lo que sí es ineludible es la influencia colectiva que todos tenemos del alud de material audiovisual que consumimos diariamente. No veo nada en Rutina que corresponda a una influencia definida salvo mi debilidad por el cine europeo en general y por el cine independiente americano en particular.
Alberto Martín lleva 4 años como guionista de En clave de Ja, programa estrella de la tele autonómica. ¿Cree que la televisión puede ser un lugar cómodo a la espera de encontrar buenas posibilidades en el cine? En clave de Ja
A. M: Normalmente los guionistas deseamos ante todo trabajar en cine, yo estoy empezando a hacerlo, pero la televisión es sin lugar a dudas un terreno de entrenamiento y de acumulación de experiencia, porque uno se ve obligado a tratar de escribir lo mejor posible en un tiempo récord. De todos modos actualmente hay muchas series televisivas que superan con creces la calidad de la mayoría de las películas.
Aunque Rutina es el primero corto que dirige Sebastián Álvarez, lleva 12 años en el sector, en el que empezó, podemos decir, que “a lo grande”, como director de producción de una obra de referencia del sector en Canarias, el corto Esposados ¿Qué recuerda de aquella experiencia?RutinaEsposados
S. A: el recuerdo más arraigado en la memoria es el de lo duro que fue el rodaje, de un desgaste físico, psíquico y personal realmente fuerte. Los departamentos de producción y arte nos pasamos muchas noches sin dormir para poder rodar al día siguiente. Sin embrago, recuerdo la parte de rodaje en Fuerteventura, estaba todo el equipo muy implicado, todos aislados en un mismo hotel. Es la parte que con más cariño recuerdo. La otra experiencia con Esposados fue el tomar consciencia de que sí se podían llevar a cabo productos de calidad desde Canarias, y que el talento puede emerger de cualquier lugar. En la actualidad ese puede ser un pensamiento o lectura más común, en aquella época fue una revelación personal.