Los Abrazos Rotos de Pedro Almodóvar siguen su curso. Tras tres días de rodaje, director y actores se han contagiado del ritmo sosegado de la Isla de los Volcanes, algo que resulta “gratificante y tranquilizador”, tal y como ha señalado el director manchego. Este jueves por la noche, la rotonda de la Fundación César Manrique se convertirá en escenario de un “accidente” de tráfico que sufrirán los personajes de Penélope Cruz y Lluís Homar, y que le hará perder la vista a éste último. “Se trata de una de las secuencias esenciales de la película”, ha explicado Almodóvar. “Elegí esta rotonda sin saber que César Manrique había muerto justo allí, y eso después me impresionó mucho, esta coincidencia corrobora que la isla parece estar llena de secretos y misterios”.
Tanto el director como los actores han destacado el influjo “misterioso” e “hipnótico” de la isla. Ésta se convierte en un personaje más de la historia. Acoge a sus protagonistas, les abraza con sus paisajes espectaculares y les funde con sus colores dramáticos. “Se respira un ritmo tranquilo que tiene que ver con la naturaleza del ser humano”, ha señalado el director manchego. “Desde que he pisado el suelo de la Isla han desaparecido muchas tensiones que traía de Madrid, como si esta tierra tuviera cualidades curativas”.
Y es que Lanzarote es, en Los Abrazos Rotos, la contraposición de Madrid. Penélope Cruz y Lluís Homar huyen de las amenazas procedentes de la península, y encuentran en la Isla un lugar para dar rienda suelta a su amor. “Mi personaje vive una de sus etapas más felices en Lanzarote, y la verdad es que está facilitando mucho las cosas el hecho de empezar aquí el rodaje”, ha explicado Penélope Cruz. “Lanzarote tiene algo especial que afecta a mi personaje, y que también me afectó a mí la primera vez que vine, hace ya muchos años”.
Con Pedro, los actores están descubriendo los rincones más atractivos de Lanzarote. La Geria, el mar de lava y El Golfo son los lugares preferidos por el director. “Al poner en la roca de El Golfo a Penélope y a Lluís abrazados, tuve la sensación de que estaba llegando al final de un proceso que comenzó hace nueve años con una foto”, ha explicado Almodóvar. Una foto que el director tomó de la playa negra, y en la que aparecía casi oculta una pareja abrazada. “Siempre me quedó la intriga de quiénes eran y qué hacían allí, en la inmensidad de esa playa”. Una situación que reproducen Penélope y Lluís, fundidos con la erosión y los colores de la isla.
Los Abrazos Rotos forma parte de una cadena constante de películas en la que ningún eslabón es igual al anterior. “Para mí, pertenece más a la línea dramática de Hable con Ella o Todo sobre mi Madre, pero además tiene una parte muy novelesca”.
Ésta será una de las películas más largas de Pedro Almodóvar, concretamente, durará dos horas y media y estará acompañada por la música de Alberto Iglesias. Estará compuesta por varios géneros y etapas. La que transcurre en Lanzarote se correponde con el thriller de los años 50, según ha apuntado el director.
También será el rodaje más extenso de su carrera, con trece semanas y media, de las que dos tendrán lugar en Lanzarote. Según ha explicado el cineasta, el resultado estará listo para comienzos del próximo año, aunque todavía no se conoce ni la fecha ni el lugar del estreno. No se descarta un preestreno en Lanzarote, pero de momento, no hay nada confirmado.
El sueño de rodar con Almodóvar
Todos quisieron ser alguna vez “chicas o chicos Almodóvar”. Penélope Cruz se “obsesionó” con él después de colarse en el cine para ver “Átame”. “Me enteré de donde vivía e iba a pasear por su calle, para ver si le veía”, ha asegurado la actriz, que rueda en estos momentos la cuarta película con el director manchego. A su lado, el joven Rubén Ochandiano define esta oportunidad “como un sueño”. Su descubrimiento fue a los seis años con “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, y desde entonces, rodar con Almodóvar ha sido su meta. Lluís Homar era un actor de teatro, de los que pensaban que el cine no era “su mundo”. Pero un día, Pedro le llamó para La Mala Educación, y él recordó el impacto de “Entre tinieblas”, una de los primeros films del director, curiosamente con la religión como eje central.
A partir del próximo lunes, se completará el cuadrilátero amoroso de Los Abrazos Rotos. Blanca Portillo y José Luis Gómez aterrizarán en Lanzarote para rodar sus escenas en parajes como la playa de Famara, la casa de La Torrecilla o La Geria. Después de dos semanas en la Isla, la película pasará a su fase urbana, concretamente a Madrid, donde se situará la vivienda del personaje de Lluís Homar detrás del puente de Segovia.
Un guiño a César Manrique
Pedro Almodóvar conoció a César Manrique en el año 1986. De él destaca su “eterna juventud” y su “energía”. “Me gustaría que estuviera vivo para agradecerle lo que ha hecho por esta Isla”, ha señalado el director. “Tiempo después me he dado cuenta de que César tuvo la visión que el turismo, además de aportar riqueza, también podía destrozar la Isla”.
La esencia de Manrique estará presente en Los Abrazos Rotos. Además de la escena que tiene lugar en la rotonda que lleva su nombre, con uno de sus móviles de viento, el equipo de Almodóvar también ha rodado en el Jardín de Cactus y el Mirador del Río.