El concierto que Ricky Martín ofreció en Candelaria el 26 de julio de 2007, organizado por Producciones Rolo y Marrero S.L. puede salirle muy caro al Ayuntamiento de esa localidad tinerfeña, que podría haber llegado a pagar varias veces por la actuación del portorriqueño más de un millón de euros, una parte de ellos cobrados con facturas que el juez de Instrucción 3 de Güímar investiga a petición de la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife por presunta estafa.
Javier Rolo, uno de los amos de la noche tinerfeña, cobró dos facturas por el concierto: 157.500 euros por el caché del artista, con el 5% de IGIC incluido, y otros 305.000 euros por gastos de producción. En total, 462.500 euros, con lo que, en teoría, se liquidaba la deuda.
Sin embargo, y siempre según los endosos remitidos al juzgado, en julio de 2007 Rolo Producciones volvió a cobrar mediante requerimiento notarial de la Caja Insular de Ahorros de Canarias, otros 157.500 euros por “contratación artista Ricky Martín para concierto joven”, y 425.250 euros por la producción del concierto, según publica Interviú en la edición de esta semana, mediante requerimiento notarial.
Firmas dudosas
El problema es que los endosos llevan la firma de un interventor, Nicolás Rojo, del alcalde José Gurmesindo García (PSC-PSOE) y del concejal de fiestas. Los tres aseguran que han sido falsificadas.
En diciembre de 2007, Rolo Producciones presentó dos nuevas facturas por valor cada una de ellas de 305.000 euros bajo el concepto de “Gastos de Producción Concierto Ricky Martín”. Fue entonces cuando el portavoz del PP en Candelaria, José Fernando Gómez, presentó una denuncia ante la Fiscalía para que se aclararan estos hechos.
En enero de 2008, el Ayuntamiento presentó otra denuncia por posible estafa y falsificación de la firma que figura en los endosos. En mayo pasado, la Fiscalía anunció al concejal del PP que había efectuado una denuncia por un delito de estafa, que en la actualidad investiga Instrucción 3.
Javier Rolo no sólo niega haber falsificado las firmas sino que asegura que se trata de una campaña política en su contra y que aún le deben el 50 por ciento (otros 400.000 euros) de los gastos del polémico concierto porque la producción resultó mas cara de lo esperado y porque Ricky Martín viaja en jet privado “lo que dispara los gastos”, afirma a Interviú. También asegura que está dispuesto someterse a las pruebas caligráficas que hagan falta.
Asimismo, Rolo niega haber sido denunciado por este asunto.