'El Grito' de muerte en la España profunda

MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

La acción transcurre en el velatorio de un pueblo del sur de España. Durante doce horas sus habitantes pasarán por el dormitorio de una anciana muerta para rendirle su último adiós. El malagueño Antonio Montes recrea esta macabra situación en 'El Grito', premio de Novela Café Gijón.

Para el autor, economista de profesión y recién llegado al campo de las letras, 'El Grito' recrea la “hipocresía” y “las convenciones” sociales que se desarrollan en cualquier pueblo pequeño de España y el sentido de “arraigo” y “pertenencia” que se desarrolla entre sus habitantes.

“El contexto es clavado a como se suceden en realidad los velatorios en los pueblos, al final, se terminan convirtiendo en reuniones sociales con el muerto encima de la cama”, ha explicado este escritor, quien se considera deudor de autores como Cela, William Faulkner o José Saramago.

Además, la acción de esta novela, que publica Siruela, se desarrolla entre dos gritos: el primero anuncia la muerte de una anciana un sábado de madrugada y el siguiente grito provocará el fin de la novela.

Los únicos personajes con nombre en la novela serán Carlos y Luis, nietos de la difunta, quienes intentan soportar lo mejor que pueden esa avalancha que invade su intimidad y amenaza con desvelar su secreto.

LA RIQUEZA DE LA VIDA

Para Marcos Giralt Torrente, escritor y miembro del jurado del Premio Café Gijón, 'El Grito' muestra la “riqueza de la vida” en un momento “límite” como la muerte.

Asimismo destacó cómo el narrador omnisciente se alterna con los pensamientos de los personajes provocando una novela con un “flujo de conciencia colectivo” con un estilo “sencillo y hondo”.

Por último Giralt Torrente destacó el humor de esta novela y la audacia de un autor joven, que no tenía ninguna otra obra publicada, aunque sí tenía varias escritas, guardadas en el cajón.

En este sentido, Antonio Montes indicó que ya ha terminado una nueva novela, ambientada en Madrid y protagonizada por un grupo de personajes jóvenes, y uno de ellos, arrastra “cuentas pendientes con su familia”.

El jurado del Premio Café Gijón, dotado con 30.000 euros, estuvo presidido por Rosa Regás, y formado por José María Guelbenzu, Marcos Giralt Torrente, Mercedes Monmany y Antonio Colinas.