Ian Gibson: “No existe una buena biografía sobre Prim. Eso es amnesia”

MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

Ian Gibson cambia el rumbo de sus textos habituales con la publicación de la novela 'La berlina de Prim' (Planeta), que supone además una pausa en su investigación sobre el cineasta Luis Buñuel, de quien el hispanista prepara una biografía que comenzó hace varios años.

La búsqueda de datos, las notas a pie de página y la bibliografía siempre han dejado a Gibson con las ganas de ir más allá y usar la imaginación para reconstruir escenas y situaciones e inventar diálogos que aparecen claros en su cabeza, a medida que avanza en sus investigaciones.

Esta experiencia ha dotado a este autor, conocido por sus biografías sobre Lorca, Dalí o Machado, de una “libertad diferente”. “A veces estoy un mes con un pie de página y es entonces cuando me pregunto: ¿Por qué no puedo inventar un poco? He sentido la tentación y la necesidad de hacerlo, pero nunca me he decidido”, ha explicado este miércoles en declaraciones a Europa Press.

En esta ocasión, extrae de su cabeza un personaje inventado, Patrick Boyd, un periodista que intentará esclarecer el asesinato del general Juan Prim i Prats, presidente del Poder Ejecutivo de España en 1870. A través de sus encuentros con distintos personajes históricos, Gibson teje una historia policíaca en la que expone diferentes hipótesis sobre la identidad de los asesinos.

“No existe una buena biografía de Prim. Eso es amnesia y no es bueno que no sepamos quién estuvo detrás de este magnicidio”, ha señalado el autor de 'La berlina de Prim'.

En este sentido, Gibson advierte de que nota mucho “la ausencia de libros en España”, algo que le provoca “una mezcla de amor y desesperación”. “Este país nunca ha tenido tanta estabilidad democrática como hoy, y hay tantos libros que hacer”, ha dicho.

“TENDENCIA A OLVIDAR”

Esa “tendencia a olvidar” es una de la posibles causas de la falta de claridad en el asesinato de Prim. Además, Gibson cuenta que cuando se instauró la Restauración hubo mucho interés en no continuar las investigaciones.

Añade el autor que esto se tramó en un alcázar, y no en una choza. “Hubo un abandono, sobornos, desaparecieron muchas piezas del sumario y cambiaron a los jueces”, argumenta el hispanista, por lo que considera que “hubo todo el interés del mundo en ocultar la verdad”.

De hecho, el protagonista de esta historia, Patrick Boyd, conoce a Benito Pérez Galdós, quien acaba de iniciar la publicación de sus 'Episodios nacionales'. El novelista le confiesa que cree que existe interés en que no se conozca la verdad, “porque detrás del asesinato hay gente muy poderosa”.

Gibson rescata al antropólogo Antonio Machado Núñez en estas páginas y pone en su boca una expresión que resume una actitud que ha permanecido en el tiempo: “En España sobran las ideas y falta la acción conjunta, concertada, tenaz. El español no dialoga, somos expertos en monólogos”.

En referencia a estas reflexiones, el autor de este libro opina que “los políticos no elogian el trabajo bien hecho si lo hace el otro bando. Hay que ponerse de acuerdo en lo esencial, pero la derecha se niega”.