Una decena de ciudadanos, en su mayoría profesionales del patrimonio histórico, reclamarán por escrito a las autoridades canarias que protejan el legado del Archipiélago tras los recientes destrozos en yacimientos arqueológicos de Gran Canaria, según anunciaron este miércoles.
Con su protesta, que quisieron anticipar este miércoles con una concentración convocada en Las Palmas de Gran Canaria donde los organizadores fueron casi los únicos asistentes, desean reclamar un cambio de actitud de las administraciones públicas, cuya desidia, opinan, ha sido el origen de dichos destrozos, llevados a cabo en las últimas semanas en los municipios de Agüimes y Telde.
Localidades donde los yacimientos de Balos y La Restinga, protegidos legalmente por estar declarados bienes de interés cultural, “han sufrido daños importantes, en lo que constituye un grave atentado a un patrimonio que pertenece a todos los canarios, de ahora y del futuro, y para quienes debe ser preservado por los responsables públicos competentes”.
Así lo declaró el portavoz de los convocantes, José Guillen, arqueólogo experimentado en trabajos como la elaboración de la Carta Arqueológica de Gáldar y miembro de la Comisión de Trabajo de Defensa del Patrimonio Cultural de Ben Magec-Ecologistas en Acción.
Una organización ésta que ha programado ya una reunión abierta a cualquier interesado para el miércoles próximo en la sede de Ben Magec en Las Palmas de Gran Canaria, a fin de elaborar un manifiesto de protesta que prevé remitir luego a las autoridades para “exigir que cumplan con sus obligaciones en materia de patrimonio histórico y acaben con el tradicional abandono de esta materia”, dijo Guillén.
El objetivo último será -subrayó- que “tanto Gobierno de Canarias como cabildos y ayuntamientos se tomen en serio, tanto la protección y conservación de nuestro patrimonio arqueológico como la divulgación y conservación de los valores que estos bienes, continuamente amenazados, tienen para la población”.